La delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, ha advertido hoy de que el cibercrimen es el tercer delito más lucrativo del mundo, por detrás de la trata de personas y el tráfico de drogas, con unos beneficios en 2014 en la zona euro 9.000 millones de euros por lo ataques a empresas.
Lo ha explicado en la inauguración de una jornada con motivo del Día internacional de Internet organizado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación.
Durante su intervención, la delegada del Gobierno ha recordado que, en lo que va de año, la Guardia Civil ha esclarecido en la Comunidad de Madrid 731 delitos relacionados con estafas a través de internet, usurpaciones de identidad y archivos contra la imagen personal de las víctimas.
Mientras, la Policía ha desentrañado 54 delitos relacionados con la explotación sexual de menores en Internet en esta región, diez más que en el mismo periodo del año pasado.
Dancausa ha recordado las posibilidades de comunicación y conexión que ha abierto Internet, que se traducen en beneficios como aumentar la red de contactos, mejorar los conocimientos, acceder a informaciones y actividades que, de otro modo, probablemente resultarían inaccesibles, ha informado la Delegación.
No obstante, ha subrayado que Internet también implica riesgos que "no han pasado desapercibidos para los criminales, que han encontrado en la red un espacio inabarcable en el que resulta especialmente difícil perseguir el delito".
Por ello, ha recordado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han trabajado para adaptarse a los nuevos retos que plantea el mundo interconectado y ha puesto como ejemplo las unidades especializadas que se han creado para garantizar la seguridad del ciberespacio.
También ha mencionado el Plan Director para la Mejora de la Convivencia y la Seguridad en los Centros Escolares y sus entornos, un programa cuyo objetivo es ayudar a los alumnos a identificar los riesgos.
Por último, Dancausa ha indicado que esto no es suficiente, ya que las familias "tienen un papel importante y los padres tienen que concienciarse de su responsabilidad".
"Son los padres los que facilitan las herramientas y los responsables de controlar su uso y tenemos que preguntarnos si de verdad es necesario que un niño de diez años tenga acceso ilimitado a Internet", ha apuntado.