El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, y su gabinete ministerial acordaron hoy reducir sus salarios en un 25 % y un 20 %, respectivamente, para contribuir a superar la crisis financiera del país.
"El presidente dio ya la correspondiente autorización a la contabilidad del Estado para la reducción de su sueldo", explicó el secretario de Estado de la presidencia, Konstantinos Petridis, al término del Consejo de Ministros en el que se aprobó el recorte.
El salario anual del presidente se situó en la última legislatura en 158.551 euros anuales.
El conservador Anastasiadis asumió en febrero pasado la jefatura del Estado y del Gobierno de Chipre tomando el relevo al comunista Dimitris Christofias.
El gabinete aprobó también la constitución de una comisión compuesta por tres miembros que investigará las posibles responsabilidades penales, civiles y políticas que han llevado a la crisis del sector bancario de Chipre y de las Finanzas públicas.
Anastasiadis anunció la creación de esta comisión a su regreso del Eurogrupo en Bruselas, en el que se acordó una amplia reestructuración del sistema bancario chipriota.
Los bancos chipriotas reabrieron hoy al mediodía tras casi dos semanas de corralito, sin que se produjeran grandes avalanchas ni tensiones en el momento de la apertura.
En algunas sucursales se estableció un orden de entrada para facilitar el funcionamiento en el interior de las oficinas y se repartieron hojas informativas con las medidas de controles de capital a los clientes que estaban esperando.
Los empleados de todos los bancos habían regresado ya a primera hora de la mañana a sus puestos de trabajo, y hasta el momento de la apertura han estado instruyéndose sobre las restricciones que se han impuesto para un periodo inicial de una semana.
Entre las medidas adoptadas figura un límite de retirada diaria de 300 euros en los bancos, y de 5.000 euros para las empresas, a las que se permite esta cantidad para facilitar el pago de salarios.