El Ejército egipcio se ha visto obligado a cerrar la principal fuente de suministro al gasoducto del norte del Sinaí para contener el incendio causado por el presunto sabotaje, según medios oficiales, del que ha sido objeto esta mañana.
El sabotaje habría sido causado por un grupo de "terroristas" que habrían empleado una bomba para destruir parte del conducto, según los medios oficiales egipcios. Varios testigos informaron previamente de una gran explosión y de enormes llamas que emergían del lugar del supuesto ataque.
En este sentido, "las fuerzas armadas y las autoridades han conseguido cortar el flujo y están intentando controlar las llamas", informó una fuente de seguridad.
El atentado se habría producido a la altura de la localidad de El Arish, escenario de numerosas protestas contra el presidente Hosni Mubarak, y donde ayer se registró un ataque con mortero contra unas oficinas del departamento de Seguridad del estado egipcio. Según la televisión oficial, los "saboteadores se aprovecharon de la situación actual para hacer estallar el gasoducto".
Fuentes de seguridad egipcias achacan a "elementos extranjeros" el presunto sabotaje cometido esta mañana en el norte del Sinaí contra el gasoducto Arish-Ashkelon. "Este ataque está relacionado con elementos extranjeros. De momento, nos estamos coordinando con la población beduina del Sinaí para que ayuden al aparato de seguridad en su investigación y proporcionen pistas sobre cualquier otro acto destructivo que pudiera tener lugar", informaron estas fuentes.
Por su parte, el grupo de análisis SITE, encargado de vigilar páginas web con presencia de afiliados a organizaciones terroristas, señala que en los últimos días se han registrado mensajes en los que "grupos yihadistas" alentaban a los musulmanes del Sinaí a cometer atentados contra las infraestructuras egipcias relacionadas con Israel, entre ellas este gasoducto.
Concretamente, los extremistas aseguraban que "cualquier ataque contra el conducto tendría un grave impacto sobre Israel". Egipto es un exportador de gas relativamente modesto, que proporciona suministra a Israel, Jordania y otras partes de la región. En particular, Israel importa el 40 por ciento de su gas natural desde Egipto, según los acuerdos de paz firmados en 1979.
En un primer momento, medios oficiales egicpios informaron de que el sabotaje habría sido causado por un grupo de "terroristas" que habrían empleado una bomba para destruir la parte egipcia del conducto. Varios testigos informaron previamente de una gran explosión y de enormes llamas que emergían del lugar donde habría tenido lugar el ataque.
En este sentido, "las fuerzas armadas y las autoridades han conseguido cortar el flujo y están intentando controlar las llamas", informó una fuente de seguridad egipcia. Por lo que respecta al estado hebreo, su porción del conducto no se ha visto dañada por la explosión pero las autoridades han decidido cortar el suministro por su lado como medida de precaución, según informó Radio Israel.
El atentado se habría producido a la altura de la localidad de El Arish, escenario de numerosas protestas contra el presidente Hosni Mubarak, y donde ayer se registró un ataque con mortero contra unas oficinas del departamento de Seguridad del estado egipcio. Según la televisión oficial, los "saboteadores se aprovecharon de la situación actual" para perpetrar el ataque.