Los Veintiocho tratan hoy de concretar una respuesta conjunta a la anexión por Rusia de la región autónoma ucraniana de Crimea, sin descartar que adopten nuevas sanciones individuales e incluso la cancelación de la cumbre bilateral con Moscú de junio.
La crisis en Ucrania será el principal asunto que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) abordarán este jueves y viernes en su cumbre trimestral, que está previsto que comience a partir de las 16.30 GMT.
En la agenda figuran otros asuntos como el suministro energético, los planes para relanzar la política industrial, el "semestre europeo" -el calendario para coordinar las políticas económicas y presupuestarias-, el cambio climático o las relaciones con África.
Los líderes buscarán una respuesta unida ante la evolución de la crisis ucraniana y la anexión de Crimea por parte de Rusia, que hasta el momento está ignorando las repetidas llamadas de Bruselas y de los socios comunitarios, al igual que de Estados Unidos, para solucionar la situación de manera dialogada con Kiev.
SUSPENDER EL DIALOGO
En su reunión extraordinaria del 6 de marzo, convocada tras la toma del control de Crimea por fuerzas prorrusas, los líderes ya decidieron suspender el diálogo con Moscú sobre la liberalización de visados y la negociación de un nuevo acuerdo marco.
También plantearon que, si Moscú no rebajaba la tensión en la zona, impondrían sanciones específicas y, si aun así no había resultados, contemplarían una tercera fase medidas de calado económico que afectarían a la relación bilateral UE-Rusia.
Las sanciones comunitarias ya están en la segunda etapa desde el lunes, cuando los ministros de Exteriores acordaron congelar activos y prohibir viajar a territorio comunitario a 21 políticos y militares rusos y ucranianos por considerarlos responsables de amenazar la integridad territorial del país y de organizar un referendo que consideraron ilegal e ilegítimo por violar la Constitución ucraniana y la ley internacional.
Hoy los Veintiocho tendrán que decidir si van más allá en sus medidas restrictivas hacia Rusia, a quien siguen pidiendo que dialogue con Kiev para lograr una solución negociada y pacífica a la crisis.
Los países de la UE evalúan también los efectos que tendría la imposición de sanciones de mayor calado a Rusia, en especial los que son más dependientes en los ámbitos económico, comercial y energético de Rusia, como los países del este de Europa.
MERKEL AMENAZA RUSIA CON SANCIONES ECONÓMICAS
La canciller alemana, Angela Merkel, amenazó hoy a Rusia con nuevas sanciones económicas por parte de la Unión Europea (UE) si la situación en Ucrania continúa agravándose. "En ese caso habrá sin duda también sanciones económicas", afirmó la jefa del Gobierno alemán, en una declaración en el Bundestag (cámara baja) antes de dirigirse a la cumbre de la Unión Europea (UE).
En opinión de Merkel, la anexión de la península de Crimea a Rusia exige "la respuesta cerrada y decidida de Europa y de sus socios".
ESPAÑA APELA A LA UNIDAD DE ACCIÓN DE LA UE
España ha apelado hoy en Bruselas a la unidad de acción de la Unión Europea ante la evolución de los acontecimientos en Ucrania y las posibles nuevas sanciones que se podrían acordar contra Rusia por su actitud ante esta crisis.
Ese es el mensaje que ha transmitido el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, en la primera jornada del Consejo Europeo que se celebra en la capital belga y que ha analizado la respuesta que ha de seguir dando la UE ante las consecuencias de la crisis ucraniana y el referéndum en Crimea.
España desea que la respuesta de la Europa comunitaria ante la actuación de Rusia esté consensuada en todo momento y apela a la prudencia.
Por ello, el Gobierno español considera que hay que hacer un análisis profundo antes de adoptar decisiones como abrir una tercera fase de sanciones económicas, energéticas, comerciales y financieras a Moscú.
Una fase que iría más allá de la posibilidad de ampliar con varios nombres la lista de veintiún políticos y militares rusos y ucranianos a los que la UE les ha congelado ya sus activos y les ha prohibido viajar a territorio comunitario.
Junto a esa prudencia a la hora de decidir nuevas sanciones, el Gobierno español sí ha dejado claro en Bruselas que apoya y apoyará la integridad territorial de Ucrania y que no puede aceptarse el referéndum en Crimea porque es ilegal.
La situación en Ucrania ha servido de argumento al presidente del Gobierno español para defender que la UE debe impulsar las interconexiones energéticas y, en particular, las gasísticas.
Tal y como había avanzado en una carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, Rajoy ha trasladado al resto de líderes europeos que este asunto debe considerarse como un objetivo esencial.
En ese contexto, ha considerado que el denominado Midcat, el gasoducto entre España y Francia, debe ser un objetivo vinculante de la política energética comunitaria.
Rajoy ha subrayado que, si el Midcat ya estuviera en funcionamiento, permitiría suministrar el equivalente a la mitad del gas que llega a la UE procedente de Rusia cruzando Ucrania.
En la primera jornada de la cumbre de Bruselas no se ha hablado de la inmigración ilegal, pero el presidente del Gobierno español tiene previsto hacerlo en la reunión de mañana.
Lo hará aprovechando que los jefes de Estado y de Gobierno europeos deben concretar la agenda de la cumbre UE-África, que se celebrará en la capital belga los días 2 y 3 de abril y que se preveía que estuviera centrada en las cuestiones relativas a la seguridad en el continente africano.
Rajoy desea que a ello se una el análisis de la cooperación al desarrollo y de los flujos migratorios.
España está sufriendo en las últimas semanas en sus ciudades de Ceuta y Melilla un repunte de la presión migratoria, y el presidente del Gobierno quiere que la UE siga concienciándose de que este es un problema que afecta a Europa en su conjunto y no sólo a los países con fronteras exteriores.
Según ha venido exigiendo Rajoy, la UE debe aumentar la colaboración con los países de origen y tránsito de la inmigración ilegal e incrementar la ayuda a los socios comunitarios que, como España, tienen que hacer frente en primera instancia a este problema.
Los jefes de Estado y de Gobierno se han reunido en Bruselas horas después del principio de acuerdo al que han llegado el Consejo, la Comisión y el Parlamento europeos sobre el mecanismo de resolución bancaria en la UE.
Rajoy ha sido preguntado por ese acuerdo a su llegada a la cumbre y ha expresado su satisfacción con una escueta frase: "Eso está muy bien".
El acuerdo entre los países miembros de la UE y el Parlamento Europeo prevé una aceleración de la puesta en común de los recursos nacionales en el fondo único, de manera que en los tres primeros años estará mutualizado casi al 70 por ciento, y lleno en un periodo de ocho.