Un equipo de investigadores del Consejo Nacional de Seguridad de Transporte (NTSB), la agencia que investiga los accidentes de transporte en el país, ha recuperado hoy la segunda caja negra del tren de cercanías cuyo descarrilamiento causó el domingo cuatro muertos y más de sesenta heridos en Nueva York.
Las dos cajas negras, que tienen la misma función que las que se emplean en los aviones, serán enviadas a Washington para ser analizadas. La primera caja negra del tren fue recuperada el mismo día en el que se produjo el accidente, el domingo.
Según Earl Weener, un miembro del NTSB enviado a este accidente, la primera caja negra debería estar en buenas condiciones y servir para determinar la velocidad, el estado de los frenos, la configuración del acelerador y la posición del tren en el momento del accidente.
SE TRABAJA PARA RECUPERAR EL TRÁFICO
Por su parte, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) sigue trabajando para retirar los vagones descarrilados y reparar las vías a fin de reanudar el tráfico de trenes lo antes posible.
Las grúas ya han llegado al lugar del accidente que se produjo en una curva pronunciada en el barrio del Bronx en la que el río Hudson se une con el río Harlem y ya se ha levantado la locomotora y se están enderezando los vehículos de pasajeros.
Los cuatro equipos de investigadores de NTSBC , que son alrededor de veinte personas, llegaron a la zona el domingo por la tarde y siguen analizando los detalles técnicos del accidento, el estado de los rieles y el sistema de frenado.
Además, los técnicos de esta agencia federal tienen previsto entrevistar al maquinista y al personal que viajaba a bordo.
Según se estima, la investigación durará un plazo de siete a diez días con el propósito de conocer por qué el tren que descarriló a las 7.20 de la mañana no consiguió llegar tal y como estaba programado a las 7.40 a la estación de Grand Central.
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, apuntó hoy al exceso de velocidad como posible causa del accidente de tren de cercanías que ayer causó cuatro muertos y más de 60 heridos en Nueva York.
Sin embargo, las autoridades aún no han desvelado a qué velocidad circulaba el tren en la que la velocidad máxima establecida es de 48 kilómetros por hora, aunque poco antes es de 120 kilómetros por hora.
El accidente ha afectado seriamente a una de línea de cercanías que permite llegar a trabajar a la ciudad de Nueva York a unas 26.000 personas cada día.
Los pasajeros de la línea, que comienza en Poughkeepsie, deben parar en la estación de Yonkers, desde donde una serie de autobuses les trasladan hasta la estación de metro de la línea 1 en la calle 242, en El Bronx, lo que supondrá añadir como mínimo una hora más por trayecto a su rutina diaria.
El de ayer fue el quinto descarrilamiento del año de un tren o un metro de la MTA, y el peor desde que un metro de la línea 4 descarriló en 1991 y causó la muerte de cinco pasajeros y heridas a más de 200.