El Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) abrió hoy su sesión plenaria anual bajo una inédita atmósfera reformista pero a puerta cerrada sin permitir el acceso a la prensa, excepto a la oficial china.
La reunión tiene como objetivo oficial la discusión durante cuatro días de las propuestas contenidas en el proyecto entregado a los miembros del Comité sobre el desarrollo económico y social para el período 2011-2015.
La V Sesión Plenaria del XVII Comité Central del PCCh, que debe aprobar el XII Plan Quinquenal se celebra, según los analistas, en una atmósfera especial con llamamientos a la reforma interna del PCCh, una mayor apertura y con la nueva generación de líderes más cercana al poder máximo.
Las mismas fuentes hablan de luchas internas más intensas que otros años entre los partidarios de la línea más dura de decisiones, representada por el presidente Hu Jintao, y la ligeramente más abierta, al menos de cara a la galería de la prensa internacional, por el primer ministro, Wen Jiabao.
Con la retirada oficial del poder en 2013 de Hu y Wen, los actuales vicepresidente Xi Jinping y Li Keqiang se ven como los posibles sucesores y la sesión actual debería confirmar que no encontrarán mayores dificultades para sucederles.
El debate se intensificó con la concesión del premio Nobel de la Paz al disidente encarcelado Liu Xiaobo y que el gobierno chino considera un ataque a Pekín por la envidia que causan sus éxitos económicos.
UNOS 200 DISIDENTES Y ACTIVISTAS CHINOS APLAUDEN LA CONCESIÓN DEL NOBEL A LIU
Precisamente este viernes, unos 200 disidentes y defensores de los Derechos Humanos chinos han afirmado que la concesión del Premio Nobel de la Paz 2010 al preso político chino Liu Xiaobo es una "magnífica" decisión que debería llevar a China a aplicar reformas para establecer un sistema democrático.
En una declaración conjunta publicada este viernes, instan a las autoridades a "liberar inmediatamente a las personas que han sido detenidas ilegalmente" después de que el Comité Nobel Noruego anunciase que este año galardona a Liu --que cumple una condena de once años de cárcel por abogar por reformas democráticas-- y el Partido Comunista de China comenzase a silenciar a quienes querían expresar su apoyo al disidente. "Liu Xiaobo es una magnífica elección para el Premio Nobel de la Paz", dice el comunicado, que afirma que el galardonado "ha perseverado en los objetivos de la democracia y el gobierno democrático y ha dejado a un lado la ira incluso hacia quienes le persiguen".
Los firmantes de la declaración recuerdan que "en varios discursos recientes, el primer ministro, Wen Jiabao, ha dado a entender que realmente desea promover una reforma política". "Estamos dispuestos a participar activamente en esa tarea", añaden. Pese a las declaraciones de Wen, el Gobierno chino no parece haber relajado sus estrictos controles.
En una carta abierta publicada esta semana por un grupo de políticos reformistas chinos, entre ellos un antiguo secretario de Mao Zedong, se pide al Gobierno que respete la libertad de expresión.
NO ESPERAN CAMBIOS
Algunos de los firmantes de la declaración de este viernes reconocen que es poco probable que lleve al Ejecutivo a realizar cambios. Sin embargo, en el texto se advierte de que Pekín seguirá teniendo que enfrentarse a actos de protesta de los simpatizantes de Liu. "Puede que no tenga ningún efecto sobre ellos (los gobernantes), pero la firmamos por el bien de nuestra conciencia", explicó Li Datong, un ex periodista que ha firmado el comunicado. "Eso también es importante, para demostrar que podemos apoyar aquello en lo que creemos", agregó.
Xu Youyu, que contribuyó a la redacción del texto, denunció que algunos de los firmantes ya han recibido advertencias o han sido interrogados por sus empleadores. "No creo que debamos esperar ninguna concesión por ahora, pero tengo la esperanza de que a largo plazo actos como éste puedan tener algún impacto", manifestó.