La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) tunecina aprobó la nueva Constitución del país, la segunda desde su independencia y la primera desde la caída del dictador Zin el Abidín Ben Ali, en enero de 2011.La Ley Fundamental recibió el apoyo de 200 de los 216 diputados presentes en la Asamblea, mientras que doce se mostraron en contra y cuatro se abstuvieron.
La aprobación de la Carta Magna, el último gran hito de la compleja transición política tunecina, se retrasó más de un año debido a las profundas diferencias surgidas entre el Gobierno dirigido por el partido islamista Al Nahda, y la oposición laica.
Una vez que la pantalla del Hemiciclo donde se reflejan los votos electrónicos emitidos por los parlamentarios se tiñó del color verde del sí, los diputados rompieron en aplausos y se arrancaron a cantar a voz en grito el himno nacional tunecino."La historia y las generaciones venideras recordarán este día con orgullo", dijo el presidente del Parlamento, Mustafa Ben Yafar, momentos antes de proceder a la votación, que fue precedida de la lectura de los 146 artículos de la Carta Magna.
Los abrazos, las lágrimas y las albórbolas se mezclaron en la sala, donde numerosos invitados situados en el palco superior rompieron a gritar en español Campeones, Campeones oe, oe, oe.
Ben Yafar, que en su discurso recordó a los legisladores muertos durante los dos años de trabajos asamblearios, entre ellos Mohamed al Brahmi, asesinado el pasado julio, subrayó que hoy suponía la culminación de la revolución "de una larga lucha para conseguir un Estado de Derecho, de la justicia y de la igualdad".
"Esta Constitución es la muestra del éxito de la revolución tunecina, del deseo de una vida compartida", dijo Ben Yafar que fue interrumpido en varias ocasiones por los aplausos de los parlamentarios.
Asimismo, Ben Yafar quiso destacar por encima de las diferencias entre las fuerzas políticas, que provocaron el bloqueo de la transición durante meses, el "espíritu de acuerdo" con el que se consiguió sacar adelante el texto, que según Yafar es la "Constitución de la segunda república tunecina".
Su aprobación se produce poco después de que el nuevo primer ministro, Mehdi Yuma, presentara a los miembros del Gobierno que deberá dirigir el país hasta la celebración de los comicios presidenciales y legislativos, cuya fecha aún no ha sido fijada.