El primer ministro griego, Yorgos Papandréu, anunció hoy en Atenas que convocará un referendo en otoño sobre reformas en el sistema administrativo y político heleno, incluidas enmiendas constitucionales.
En su intervención en el Parlamento griego, que abrió un debate de tres días antes del voto de confianza al Gobierno, Papandréu subrayó la necesidad de arreglar los desequilibrios que ocasionaron "los problemas presupuestarios griegos".
Tras criticar la ineficacia del sector público heleno anunció que pedirá también enmiendas constitucionales para facilitar la persecución de delitos fiscales y a funcionarios corruptos.
Papandréu informó de que nombrará a un equipo de 20 a 25 asesores de todos los sectores para estudiar los cambios necesarios y "a continuación convocaré a un referendo en otoño".
Se decidirá sobre "los cambios en el sistema político, en el funcionamiento del parlamento y la cifra de diputados, la financiación de los partidos, el sistema electoral, la inmunidad de los parlamentarios. Para hacer los grandes cambios que necesita el país", afirmó.
Papandréu también pidió a su grupo parlamentario y a los partidos de la oposición "un consenso nacional para cambiar el país y negociar el nuevo rescate con los socios europeos y el Fondo Monetario Internacional (FMI)".
"Nadie nos escuchará si no ven que nosotros mismos corregimos nuestros errores", afirmó.
El primer ministro griego indicó que en las negociaciones sobre un segundo rescate de la UE y el FMI se maneja una cifra "parecida" a los 110.000 millones de euros que obtuvo ya Grecia en mayo de 2010.
Pidió un consenso para afrontar la abultada deuda de "forma total y organizada, junto con los socios europeos, para no ocasionar una brusca reacción de los mercados financieros o una quiebra descontrolada".
Papandréu declaró que las reformas y austeridad implementadas en los últimos 12 meses -que han reducido en un tercio el déficit, hasta el 10,5 % en 2010- "han tenido resultados y han servido los sacrificios del pueblo. No hemos fallado pero nos encontramos aún en la mitad del camino".
Atribuyó a un error la evaluación de la Unión Europea de que Grecia estaría lista para acudir a los mercados en 2012 para refinanciarse.
"Uno de los errores es que los socios europeos vaticinaron que en 2012 Grecia podría salir a los mercados, antes de que otros dos países entraran también al mecanismo de rescate y la crisis mundial creciera", explicó Papandréu.