Noveno aniversario del 11-S, los ánimos entre Occidente y el Islam están al rojo vivo por la polémica de la quema del Corán que ha desatado los ataques y amenazas del islamismo radical. El presidente de los Estados Unidos intenta apaciguarlos en un rueda de prensa en la Casa Blanca. Lanza un llamamiento en favor de la tolerancia religiosaal y afirma que Estados Unidos no está en guerra contra el Islam. Obama instó a los ciudadanos a "conservar" esos valores, pues "somos una nación ante Dios, con independencia de cómo le llamemos", dijo.
Obama hablaba así en una rueda de prensa, en referencia a las amenazas de un pastor protestante en Florida de quemar ejemplares del Corán y en respuesta a una pregunta sobre las crecientes suspicacias contra el Islam que las encuestas detectan entre la población estadounidense.
Acerca de las amenazas del pastor Terry Jones, Obama aseguró que "la idea de quemar los textos sagrados de otra religión contradice los principios que defiende este país y en los que se basa nuestra nación".
Además, indicó, "este tipo de comportamiento pone a nuestros militares en peligro y se convierte en una herramienta para el reclutamiento de la red terrorista Al Qaeda".
Como comandante en jefe de las tropas estadounidenses, agregó el presidente, "debo asegurarme de que no empiezan a aparecer sujetos que intentan llamar la atención" con este tipo de amenazas.
"Esto pone en peligro a nuestros hijos e hijas" que combaten en el exterior y "no se debe jugar con eso", insistió el presidente estadounidense.
Horas antes el pastor radical de Florida Terry Jones dijo hoy que no llevará a cabo la quema mañana de ejemplares del Corán, en la confianza de que no se construya una mezquita cerca de la "Zona Cero", de Nueva York.
"Ahora mismo no tenemos intención de hacerlo", declaró el pastor al programa 'Good Morning America' de la cadena ABC. "Creemos que el imán va a cumplir su palabra, lo que nos prometió ayer (...). Creemos que, como él mismo ha dicho y prometido, nos vamos a reunir con mañana en Nueva York con el imán", añadió.
El fanático líder religioso daba así marcha atrás, presionado por el gobierno. Ayer recibía la visita del FBI y una llamada del secretario de Defensa Gates. Jones prometió que no quemaría coranes si el imán de la mezquita de la zona cero se reunía con él y renunciaba al proyecto, rechazado por el 70% de los neoyorquinos.
Un portavoz del pastor compareció hoy ante los medios a las puertas de su iglesia, en Gainesville (Florida), para decir que el reverendo da de plazo hasta las 15.20 hora local (19,20 GMT) para que el imán Feisal Abdul Rauf anuncie que el centro islámico se construirá en otro lugar menos polémico.
Pero el imán, que ya justificó los atentados el 11S en la política exterior estadounidense, no cede. Hasta el magnate Donald Trump intentó sin éxito xomprar el terreno donde se construirá por un 25% más de su precio. Manhattan se prepara para el aniversario del 11S más polémica.
Por otra parte, el Departamento de Estado ha pedido a los estadounidenses que se encuentran de viaje en el extranjero que estén alerta ante posibles manifestaciones de antiamericanismo. A su juicio, la probabilidad de que haya "más protestas y manifestaciones, algunas de las cuales podrían ser violentas", es "alta".
Precisamente, este viernes ha fallecido un hombre al recibir un disparo en una manifestación en la que unas 10.000 personas, según las autoridades regionales, protestaban por la quema de ejemplares del Corán frente a una base de la OTAN en la provincia afgana de Badajshan.
Mientras tanto, millones de musulmanes en Oriente Medio celebraron el "Eid al Fitr", que marca el fin del mes de ayuno de Ramadán.
La tranquilidad y el ambiente festivo que reina este viernes en los países árabes contrasta con la creciente preocupación internacional ante la iniciativa del pastor radical estadounidense Terry Jones de quemar libros sagrados este con motivo del aniversario de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EEUU.