Las autoridades mexicanas encontraron los cuerpos decapitados y con signos de calcinación de 11 jóvenes en un camino entre los poblados de Chilapa de Álvarez y Ayahualulco, en el sureño estado de Guerrero. Fuentes de la Fiscalía de Guerrero confirmaron que los cadáveres fueron abandonados en ese camino después de un enfrentamiento la noche del miércoles entre dos grupos antagónicos del crimen organizado.