Europa central y oriental continúa hoy condicionada por el temporal de frío, con numerosas carreteras colapsadas por la nieve y dificultades en el transporte, si bien los principales aeropuertos han empezado a recuperar la normalidad.
En Francia, 30 departamentos continúan hoy en alerta naranja y los transportes ferroviarios, aéreos y terrestres sufren perturbaciones, aunque los problemas remiten ligeramente.
En decenas de municipios se ha declarado el estado de catástrofe natural ante las inundaciones provocadas por el temporal y los desprendimientos.
Numerosos automovilistas se vieron bloqueados en carreteras del país, mientras que la empresa ferroviaria SNCF prevé una mejora hoy en los transportes respecto a las anulaciones de la víspera.
Los servicios meteorológicos galos prevén que la nieve y el frío continúen hasta esta noche, tras haber marcado ayer los mínimos de la semana. El fin de semana se registrará una cierta mejoría y la lluvia sustituirá a la nieve.
En el Reino Unido han reabierto los dos aeropuertos que más habían sufrido el impacto de la nieve en los últimos días: el de Gatwick, cerca de Londres, esta mañana, y el de Edimburgo, en Escocia, ya ayer.
Sin embargo, la situación todavía no ha recuperado la normalidad y las autoridades aeroportuarias han advertido que los aeródromos necesitarán días para hacerlo.
Los mismo ocurre con el transporte ferroviario, donde se siguen dando numerosas cancelaciones y retrasos.
Alemania sigue cubierta por una capa de nieve, de norte a sur, con temperaturas que rozan los 20 bajo cero en algunos puntos del país.
En los últimos días han fallecido ya nueve personas a consecuencia de la ola de frío, ya sea por congelación o en accidentes de carretera ligados al temporal.
No obstante, las autoridades alemanas anunciaron que el caos circulatorio que ha afectado notablemente las comunicaciones internas del país durante los últimos dos días está remitiendo tras el paso del frente frío.
Los principales aeródromos del país, como Fráncfort y Düsseldorf, vuelven a operar sin grandes incidentes tras las múltiples cancelaciones de los últimos días.
La normalización de las comunicaciones se debe en buena medida a que ha dejado de nevar en gran parte del país, pese a que se mantienen las temperaturas gélidas.
La situación se presenta similar en la alpina Austria, donde la nieve sigue bloqueando carreteras, causando accidentes de tráfico y cortes de electricidad.
En Viena, unos 1.700 empleados trabajan sin pausa para liberar a la ciudad de la masa de nieve que la cubre y que no cesa de aumentar debido a las fuertes nevadas que no han remitido en ese país.
La nieve afecta a todo el territorio de la república alpina, llegando en algunas partes, como en Salzburgo, junto a la frontera con Baviera, a formar desde esta madrugada y en pocas horas una capa de hasta 20 centímetros.
En el sur, en el Estado de Carintia, unas 2.000 viviendas continuaban hoy sin suministro de electricidad en las localidades de Meiselding, Rosenbach Winkl, Lind ob Velden, y en los valles Gurktal, Freistrittal e Ingolsthal.
Las bajas temperaturas registradas en Polonia han provocado doce fallecimientos más por frío en las últimas 24 horas, lo que eleva a 30 el número de muertos por la presente ola de frío.
"Indigentes, alcohólicos y enfermos" son las "víctimas potenciales" del invierno, explicó el portavoz de la Policía, Mariusz Sokolowski, que volvió a insistir en la importancia de que los indigentes pasen las noches resguardados en los albergues habilitados.
Esta madrugada la temperatura ha descendido a los 20 grados bajo cero en algunas zonas del este del país, mientras que a lo largo del día se esperan temperaturas en torno a los diez grados bajo cero, con previsión de fuertes nevadas, sobre todo en la zona centro.
Mientras, 150.000 habitantes de la localidad de Czestochowa (sur de Polonia) llevan desde anoche sin calefacción, a la espera de que en las próximas horas el servicio se reponga.
También en Hungría se han registrado cortes en el suministro de electricidad, causados por la rotura de tendidos que no soportaron el peso de la nieve o los fuertes vendavales.
En las zonas occidentales, principalmente en la provincia de Zala, varias carreteras quedaron bloqueadas por la nieve, que dejó aisladas algunas localidades como Gosztola y Liszó.