El presidente de EEUU, Barack Obama, fue nominado candidato a la reelección por el último demócrata que ocupó su cargo, el exmandatario Bill Clinton, que pronunció un decidido alegato sobre los logros de su mandato y el potencial que le queda por desplegar. Clinton dejó claro que cree en Obama en un apasionado discurso de 45 minutos el miércoles ante la Convención Demócrata en Charlotte (Carolina del Norte) que se cerró con los aplausos del propio mandatario, quien apareció en el escenario para darle un abrazo.
NINGUNO, EN CUATRO AÑOS
En un recorrido por cada aspecto de su política económica y social, el expresidente (1993-2001) se mostró convencido de que Estados Unidos está "mucho mejor" hoy que hace cuatro años. "El presidente Obama empezó con una economía mucho más débil que yo", dijo Clinton, que gobernó durante el periodo más largo de prosperidad económica en la historia estadounidense. "Ningún presidente, ni yo ni ninguno de mis predecesores, podría haber reparado todo el daño en sólo cuatro años. Pero las condiciones están mejorando y si ustedes renuevan el contrato del presidente, lo sentirán. Lo creo con todo mi corazón", aseguró.
Ese mensaje tranquilizó a la campaña de Obama, que no recibió hasta el último momento el borrador del discurso de Clinton y que lo esperaba impaciente por recibir un impulso al historial económico de Obama justo cuando más lo necesita, con la tasa de desempleo fija en el 8,3 %.También emocionó a la audiencia del estadio Time Warner, que lo recibió con pancartas de "Una clase media más fuerte".
Obama "heredó una economía profundamente dañada, (...) y planteó la base para una economía más moderna y mejor equilibrada que creará millones de nuevos y buenos empleos, vibrantes nuevos negocios y mucha nueva riqueza para los innovadores", aseguró.Destacó además que abrió "las puertas de la oportunidad estadounidense a los inmigrantes jóvenes que llegaron aquí como niños", "luchó" por la reforma de salud y "cambiará el futuro para los jóvenes" con su programa de préstamos universitarios.
"QUIERO NOMINAR A UN HOMBRE FRIO..."
Clinton no olvidó el humor, al recordar que Obama ha incluido en su gabinete a gente de todos los colores políticos. "¡Qué diablos, incluso nominó a Hillary!", bromeó, para luego declararse "orgulloso" del trabajo de su mujer como secretaria de Estado. "Quiero nominar (como candidato) a un hombre frío por fuera pero que arde por Estados Unidos en el interior; un hombre que cree que podemos construir una nueva economía para el sueño americano guiada por la innovación y la creatividad, la educación y la cooperación", afirmó Clinton.
Esa nominación abre el camino para que Obama dé el jueves su discurso de aceptación de la candidatura, que debido a la amenaza de tormentas se ha trasladado del estadio Bank of America a uno tres veces inferior en capacidad, el mismo Time Warner donde habló Clinton. Antes que el expresidente habló Elizabeth Warren, candidata al Senado y asesora financiera de Obama, quien afirmó que la clase media estadounidense ha sido "exprimida y martilleada" durante años.
Warren, una figura muy valorada en el ala liberal del partido por sus críticas a Wall Street, apuntó que los estadounidenses "sienten que el sistema está amañado en su contra. Y aquí viene la parte difícil. Tienen razón"."Después de la crisis financiera, el presidente sabía que teníamos que limpiar Wall Street", enfatizó Warren, que estuvo detrás de la reforma del sistema financiero aprobada por Obama.
La economía fue la gran protagonista de la jornada, donde muchas de las demás intervenciones se centraron también en las políticas de Obama hacia la clase media. La reforma migratoria y el "Dream Act" también recibieron muchas menciones, entre ellas las del congresista Luis Gutiérrez y el representante de Puerto Rico en la Cámara Baja Pedro Pierluisi, además de la periodista Cristina Saralegui o la activista Benita Veliz.