Quizás no tengan todavía la elegancia de Mad Men, la astucia perversa de House of Cards o la épica fantástica de Juego de tronos, pero series debutantes como Mr. Robot, Outlander, Narcos o Jessica Jones irrumpieron con fuerza en EEUU y se abrieron un hueco con sus primeras temporadas.
Las nominaciones en las categorías de televisión de los Globos de Oro, premios que se entregarán el próximo domingo en Los Ángeles (Estados Unidos), señalaron la popularidad y éxito de las nuevas series, que desplazaron en parte a otras producciones más veteranas.
Así, en la categoría de mejor serie dramática sólo Juego de tronos aguantó el tirón y se coló entre las candidatas frente a cuatro nominadas que cuentan con una única temporada: Mr. Robot, Empire, Outlander y Narcos.
De esta manera, se quedaron sin nominación en este apartado series ya consolidadas como The Good Wife, House of Cards, Mad Men, en su despedida de la televisión, o The Affair, que ganó precisamente el Globo de Oro a mejor serie dramática el año anterior.
Una de la sorpresas televisivas de 2015 fue Mr. Robot, un thriller en código binario que centra su acción en un grupo de hackers de Nueva York decidido a luchar contra una omnipotente corporación tecnológica.
Creada por Sam Esmail, Mr. Robot cuenta con una puesta en escena y una fotografía deslumbrantes para una serie que puede recordar en su argumento a las películas V de Vendetta o Fight Club y que situó a Remi Malik en su papel de Elliot Alderson, el hacker taciturno, siempre con capucha y con problemas de ansiedad, como uno de los grandes triunfadores del año.
De factura mucho más clásica y producción anglo-estadounidense, la serie Outlander se basa en las novelas de Diana Gabaldon que mezclan fantasía, narración histórica y romance.
Protagonizada por Caitriona Balfe, Outlander cuenta las aventuras de Claire Randall, una enfermera que, tras la II Guerra Mundial, disfruta de unas vacaciones en Escocia junto a su marido hasta que misteriosamente viaja en el tiempo al siglo XVIII.
La figura del narcotraficante Pablo Escobar es el punto central sobre el que orbita Narcos, una serie que pinta un fresco muy detallado sobre la Colombia de los años 80 así como un puzzle acerca de las complejas relaciones entre la política, los criminales y la agencia antidroga estadounidense (DEA).
Narcos cuenta con una nutrida presencia de actores latinos en su elenco, entre los que destaca el brasileño Wagner Moura en la piel del temible Pablo Escobar. En cambio, la serie Empire, protagonizada por Terrence Howard y Taraji P. Henson, pone su punto de mira en las intrigas y traiciones de una familia que posee un imperio empresarial en la música negra, al estilo Motown pero centrado en el rap y el R&B.
Estrenada a finales de año, tal vez el motivo por el que sorprendentemente no fuera nominada a los Globos de Oro, Jessica Jones aportó frescura al género de los superhéroes gracias, en gran medida, al admirable trabajo de su protagonista Krysten Ritter.
"Creo que Jessica es algo que todavía no hemos visto. Tenemos a Tony Soprano (Los Soprano), a Walter White (Breaking Bad), a todos estos antihéroes en la televisión, pero ninguno de ellos es una mujer y creo que esta serie puede cambiar eso", dijo Ritter sobre Jessica Jones, una detective privada adicta al bourbon y con fuerza sobrehumana.
Aunque en las nominaciones a mejor serie cómica de los Globos de Oro se mantuvieron algunas veteranas como Orange is the New Black o la ganadora de 2015 "Transparent", también serán candidatas las novatas Casual, una comedia de tono indie, y Mozart in the Jungle, protagonizada por el mexicano Gael García Bernal en el papel de un excéntrico director de orquesta.
Pero la industria no descansa y para 2016 ya se preparan nuevos lanzamientos, como Billions, Vinyl o Legends of Tomorrow, por lo que parece que la pregunta en el nuevo año no es si habrá buena televisión, sino si los espectadores podrán encontrar todo el tiempo necesario para disfrutarla.