A partir del día 20 de noviembre el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) expondrá en sus salas 'Arte y Naturaleza en la Prehistoria' la colección de calcos de arte rupestre de la Península Ibérica.
Este proyecto, organizado junto con Acción Cultural Española (AC/E), presenta una selección de unos 120 calcos y láminas de la colección de arte rupestre que se conserva en el Archivo del MNCN. La muestra, que se exhibe como conjunto por primera vez en un museo, ha sido posible gracias a la restauración que ha llevado a cabo el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
De esta manera se garantiza su conservación para que futuras generaciones puedan estudiar y disfrutar este conjunto único de reproducciones de arte rupestre.
La exposición mostrará al público parte de los calcos y láminas en un ambiente similar al de las cuevas donde fueron creados. Grafito, tinta china sobre papel de diversos gramajes, carboncillo o aguadas a color son algunas de las técnicas que se aplicaron para realizar las miles de copias que conforman el conjunto iconográfico. Una colección que representa tanto pinturas paleolíticas como de arte levantino y esquemático de prácticamente toda la geografía española.
La cueva de La Vieja (Albacete), el Tajo de las Figuras (Cádiz), Los Letreros (Almería), el Pindal, El Castillo (Cantabria), el abrigo grande de Minateda (Albacete) o la zona de Morella la Vella o la Valltorta (Castellón) son algunas de las ubicaciones originales de los obras expuestas.
"La muestra es un recorrido por las pinturas de cuevas y abrigos que dieron cobijo a nuestros antepasados, que trata de descubrir al visitante el significado y la valía de una colección histórica
única", explica Begoña Sánchez Chillón, comisaria de la exposición.
Del mismo modo, ha señalado que destacan copias de escenas completas encontradas en distintos parajes que dan idea de la expresión artística de sus autores. Así, apunta que hay representaciones de arte rupestre que no han sobrevivido al paso del tiempo, lo que convierte las copias que se exhiben en su único testimonio.
Además, se realiza un homenaje a la Comisión de Investigaciones Paleontológicas y Prehistóricas y sus protagonistas con un conjunto fotográfico que da idea de las difíciles condiciones de trabajo en que fueron realizados los calcos además de documentar el proceso para elaborarlos.