El paso inexorable del tiempo, la decadencia del cuerpo enfrentada a la pulsión de los deseos, la necesidad de actuar por encima de todo y en todos los ámbitos de la vida, los fantasmas de personas y personajes que albergan las paredes del teatro, las relaciones íntimas (incluso familiares) que acaban invadiendo a esos seres que se atreven a representar las emociones y los dilemas humanos frente a otros seres que los observan, empatizan o juzgan.
Con esta obra, el propio Bergman intentaba redimirse, justificarse, explicarse. Toda una vida de éxitos y fracasos, condensada en el momento presente, con sus fantasmas y sus personas de carne y hueso, representadas por la madre y la hija, por los objetos que recuerdan todas sus obras, todas las vidas, y la nueva obra que se vuelve a acometer, esta vez con una joven. Y todo vuelve a empezar…
Dirección y elenco
Juan José Afonso llevaba 10 años intentando levantar este proyecto y esperando al elenco ideal. Este año, el gran Emilio Gutiérrez Caba, a sus 74 años, puede presumir de haber transitado todos los territorios que el propio Bergman recorrió en vida: el Teatro, el Cine, la interpretación, la dirección, los lazos familiares, la familia del teatro, la incertidumbre de la búsqueda y el placer íntimo del hallazgo, la exposición al juicio y el rubor de los halagos.
La magnífica Chusa Barbero, mujer de teatro por encima de todo, encuentra un resquicio para dar vida a esa madre que, como la propia Carmen dice, “se actúa encima”. Junto a ellos, la joven Rocío Peláez, toda seducción, energía y talento, fue la elegida para representar a esa hija frágil, fuerte e inteligente que nació y creció entre bambalinas y que lucha sobre las tablas de un escenario. Y, de nuevo, todo vuelve a empezar…
Después del ensayo – Teatro Infanta Isabel
Del 6 al 29 de octubre