Madrid se convertía este sábado en la capital del mejor hard rock americano. El epicentro del nuevo Sunset Strip patrio era la céntrica We Rock en Callao. Una de las salas de referencia de la buena música que ha recogido el testigo de otros míticos escenarios de la movida metalera madrileña.
Puntuales y fieros, la "Kiss Fever Band" salieron a arrasar y poner bien alto el pabellón y demostraron una vez más que por algo son la mejor banda tributo a KISS de España y posiblemente de toda Europa.
La munición no podía ser más potente. Un setlist escogido que mezclaba los viejos clásicos de los años 70 con los éxitos más conocidos y comerciales de los años 80 y alguna otra joyita.
"Love Gun", "I Was Made For Lovin You", "Black Diamond", "Lick It Up", "I Love it Loud" y la pegadiza "Crazy Nights", ese enorme hit que no podía faltar en una noche consagrada a la escena musical angelina. Toda la sala era una gran fiesta y el viaje en el tiempo se había completado. La Kissmanía arrasaba con fuerza desde la primera a la última fila.
Con "Rock and Roll All Nite", los Stanley y Simmons españoles se despidieron dejando al público bailando y coreando. Todo el mundo que quiso pudo hacerse una foto con los ídolos enmascarados, metidos en su papel de los dioses del firmamento heavy.
Sin tregua pero sin pausa, Bukkake Panther salieron con la intención de no hacer prisioneros. Y bien que lo consiguieron.
La nueva sensación de la escena glam metalera madrileña tiene nombre propio. Una banda tributo de Steel Panther que debutaron por todo lo alto en la sala We Rock este sábado.
Bukkake Panther
La gran revelación del glam metal madrileño.
Un recital en el que no faltó un sólo trallazo del magnífico plástico "Feel the Steel". Si ya de por sí los Panther originales son una parodia del hair metal, con todos los tópicos imaginables que hacen tan divertido el género, su banda tributo va un punto más allá sin perder la precisión y la complejidad técnica de los angelinos.
La potente "Asian Hooker" abrió un trepidante bolo que se prolongó durante más de dos horas a ritmo de "Eatin' Ain't Cheatin" o la efectiva "Party All Day (Fuck All Night)", con esos coros muy en la línea del "Livin on a Prayer" de Bon Jovi, la canción a la que homenajea la banda original.
La sutil diferencia son unas letras llenas de bromas y comentarios que retratan con grandes dosis de humor los excesos de la década en la que más sufrió nuestra capa de ozono. Pero, qué divertidos fueron los gloriosos 80 y su banda sonora, el mejor hard rock americano.
Lo mejor se lo reservaron para el final con esa descarga de pura adrenalina de la mano de una potente versión de "Death to All But Metal". Un buen pelotazo metalero con dedicatorias a divas del Pop como Madonna, Mariah Carey o Britney Spears. En el puente hacia el estribillo tenemos homenaje a Motley Crüe, Def Leppard y Metallica incluído. Ahí es poco.
El broche de oro lo puso la portentosa voz de Javier Vega al conseguir que toda la sala sacara los móviles (grandes sustitutos de los mecheros en los conciertos heavy) para acompañar los acordes acústicos de "Community Property". Una balada poderosa que no tiene nada que envidiar a "Every Rose Has Its Thorne" de los Poison, con la que a un servidor se le pusieron los pelos de punta.
Con una maestría demoledora y mucha actitud, Bukkake Panther dejaron bien alto el pabellón y nos quedamos con ganas de verles actuar de gira por otros templos del rock de nuestra georgrafía.
En la web de F.R. García puedes ver y descargar las mejores fotos del concierto.