Los recuerdos emocionales que despiertan Las Ventas

Chapu Apaolaza, periodista vinculado a Onda Cero y a Telemadrid como comentarista, además de portavoz de la Fundación Toro de Lidia, es un gran aficionado desde muy pequeño gracias a su padre.

Recuerda con nostalgia la primera vez que visitó la catedral del toreo, siendo niño y del brazo de su padre. "Recuerdo la manera en la que mi padre me trae, hay una especie de rito iniciático, hay un mundo terrible, salvaje, también muy luminoso, que es el concepto en sí de Madrid, que es el concepto en sí de la fiesta de los toros"

Sensaciones emocionales

Las sensaciones que persisten para él de esos primeros momentos en Madrid son las olfativas, aunque por encima de todo se mantiene en él la esencia de la plaza.

"Recuerdo la manera en la que la gente iba vestida, los olores. El puro, los perfumes de las señoras... Y una energía en forma de sumatorio de cosas positivas, de gente que había venido a torear y que para ellos eran tardes definitivas".

Esta esencia está marcada por cada una de las personas que ha puesto en juego su vida, aunque no haya tenido una buena tarde, aunque haya sido relegado al olvido, eso no desmerece el hecho de que, para la persona en cuestión, esa tarde era especial y dejó su impronta en la arena del ruedo.

"Toda la gente que ha venido aquí y ha tenido una cita con el destino ha dejado un 'algo' que aún sigue aquí".