Con el verano a la vuelta de la esquina, muchos pueblos continúan cancelando los eventos de sus fiestas. Y no se entienden las fiestas de los pueblos sin las orquestas, grandes olvidados en medio de esta 'nueva normalidad' a la que empezamos a acostumbrarnos todos lentamente.
A las bandas también les afecta el coronavirus. A punto de comenzar su 'temporada alta', siguen sin tener noticias de ninguna posible solución para poder actuar. No les queda otra que irse con la música a otra parte. Por eso han hecho una canción para reivindicar su forma de vida: piden "Que no baje el telón".
Aunque más que una canción, es un grito de auxilio. Los músicos de orquesta piden ayuda: sin actuaciones de verano, salir adelante sin ingresos de ningún tipo resulta casi imposible. Sin duda, para todas las orquestas este parón "ha sido mortal".
Sin alternativas
La alternativa hasta el momento de actuar en salas cerradas con un 30% de aforo para garantizar el distanciamiento social, una medida que no les parece viable. "Si ya de por sí a una sala le costaba contratar a una orquesta en condiciones normales por los gastos que conlleva, no podrán asumir el gasto con un aforo tan reducido, ya que no les saldrá rentable", comentan desde las orquestas.
Aguantarán lo que puedan, aseguran. La música es su pasión, pero sólo de pasión, por desgracia, no se vive.
