La Gran Dolina forma parte de los yacimientos de la sierra de Atapuerca. En 1994 se encontraron restos de un cráneo de hace unos 900.000 años, que se identificaron como pertenecientes a una nueva especie de homínido, el “Homo Antecessor”. Estos restos han cambiado lo que se pensaba sobre la evolución humana en el continente europeo.
Se ha podido comprobar también que estos homínidos practicaban el canibalismo, ya que las marcas encontradas en los huesos humanos han sugerido un proceso de descuartizamiento, extracción de carne y raspado superficial. Dicho raspado se considera como una actividad para aprovechar mejor la carne y debido a los impactos que rompieron el hueso en dos mitades, sugiere un objetivo alimenticio.
