El ruido, la otra contaminación que también mata

  • Zonas de ocio, viviendas pegadas a carreteras, tráfico aéreo y ferroviario, actividades industriales, hacen enfermar según el grado de exposición
  • Numerosos estudios señalan la relación entre niveles altos de ruido, ingreso hospitalario y muertes prematuras
Medición del ruido del tráfico urbano
Medición del ruido del tráfico urbano |UPM

Vecinos de Retiro, de Chamberí y otras partes de la capital ya empiezan a temer las noches de calor, por las temperaturas y por el aumento del ruido procedente de las terrazas hosteleras.

En Getafe, los residentes próximos a una empresa siderúrgica llevan años denunciando no solo los humos sin los ruidos y hasta explosiones nocturnas.

En el Paseo de Extremadura, un tramo urbano de la A-5, los 8 carriles de esta 'calle' están a un metro escaso de algunas viviendas. El tráfico es constante, día y noche.

En Coslada, San Fernando de Henares y otras localidades en la huella del aeropuerto de Barajas casi se saben las horas de vuelo de las compañías.

Los que viven cerca de un cantón municipal de limpieza ya conocen lo que supone el movimiento de material de limpieza y el vertido de contenedores. En el Paseo de Perales de Madrid los vecinos dicen estar hartos. Y en otros, también.

Incluso dentro de las propias viviendas, las conversaciones elevadas de tono o la música y la tele a un volumen demasiado elevado a horas intempestivas o ese apasionado por el bricolaje o la mascota abandonada día y noche. Más de una vez ha tenido que intervenir la policía para restaurar el descanso del vecindario.

El ruido hace enfermar. Lo afirman estudios de diversos organismos, universidades y centros de investigación. Algunos dicen que diversas patologías derivadas de la falta de sueño, del estrés, de la continua exposición a demasiados decibelios llegan a quitarnos años de vida.

La Sociedad Española de Epidemiología estima que la exposición a largo plazo al ruido ambiental provoca 12.000 muertes prematuras y contribuye a 48.000 nuevos casos de cardiopatía isquémica cada año en Europa, entre otros efectos.

Y el Instituto de Salud Carlos III ha llegado a la conclusión de que "los ingresos hospitalarios urgentes diarios debidos a trastornos neurológicos del comportamiento y del desarrollo mental presentan una asociación estadísticamente significativa a corto plazo con los niveles de ruido diurno en la Comunidad de Madrid".

Según el Instituto de Salud Carlos III, se atribuyen al ruido unos 6.000 ingresos urgentes al año en Madrid, lo que supone un coste de 83 millones de euros anuales. Y para mayores de 65 años, el ruido del tráfico se relaciona con unas 280 muertes al año por causas circulatorias.

Este agente contaminante, reconocido así por Naciones Unidas en 1972, tiene un efecto directo en el aumento de los casos de sordera. Lo advierten los expertos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.

En su último congreso ya dejaron claro que preocupa la exposición de los jóvenes a una alta intensidad de sonido. Sí, no es bueno llevar los cascos a todo volumen. Pero tampoco los ambientes comerciales, de ocio o laborales en los que el ruido es elevado y se permanece mucho tiempo.

UN MINUTO DE SILENCIO

Colectivos vecinales y ambientalistas han convocado este miércoles varias acciones para reivindicar el derecho a vivir sin ruido que incluyen un minuto de silencio en la Plaza de la Villa y una protesta contra la ampliación del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas.

Por primera vez en España, numerosas organizaciones de carácter social, comprometidas con la defensa del derecho de las personas a vivir en un medio ambiente urbano más saludable, se han unido para impulsar una campaña contra el ruido de ámbito estatal.

Por la tarde, además, la Plataforma contra la ampliación de Barajas organizará una concentración contra el ruido aeroportuario a las 18 horas en la plaza de Fernando VI de San Fernando de Henares, "uno de los municipios más afectados por la contaminación acústica del aeródromo".