Nuestros pies notan la llegada del verano más que otras partes del cuerpo. Pasamos de usar el calzado de invierno a sandalias, nos sudan los pies y nos ponemos zapatos que llevamos mucho tiempo sin usar. Todo esto favorece la aparición de heridas o rozaduras en los pies.
Aquí algunos consejos para evitar que nuestros pies sufran este verano:
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Mantener una buena higiene: hay que lavar los pies y secarlos, teniendo especial cuidado en la zona de los dedos, y tomándonos nuestro tiempo para ello.
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Cuidado con las cremas exfoliantes: pueden irritar y destruir la capa superficial de la piel.
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Utiliza crema hidratante: este paso es especialmente importante en verano, cuando la sequedad de la piel acecha y es común tener los talones agrietados.
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No abusar de las tiritas: en aquellos casos en los que nos haya salido alguna herida en la piel por rozadura con el calzado, el uso de una tirita es adecuado para minimizar el riesgo de infección en la zona. No obstante, los apósitos pueden reblandecer la piel al humedecerla, pudiendo causar lesiones.
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Usa un calzado adecuado: un zapato en mal estado propicia la aparición de heridas y dolores articulares si está hecho de un material rígido que impide el movimiento adecuado de los pies y transpiración.
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No camines descalzo: caminar descalzo favorece el envejecimiento prematuro de los pies además de incrementar el riesgo de fracturas e inflamaciones.
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Visita al podólogo: nadie mejor que un experto para darte pautas sobre el cuidado y la salud de tus pies.