La casta de los toros de José Escolar

La vigesimo octava de San Isidro trajo el peligro de los toros de José Escolar. Con ellos destacaron Fernando Robleño en el segundo y Luis Bolívar en el sexto, saludados por sendas ovaciones. Una tarde en la que hubo emoción y riesgo y ni un segundo para el aburrimiento.

La casta es lo que tiene. Saldrán bueno, regulares o malos. Con genio o parados, pero el peligro siempre está presente. Así pasó cn los toros de Escolar en la vigesimo octava de San isidro.

Por debajo de otras ocasiones no dejaron de tener emoción, pese a que los más no la transmitieron.

No es el caso del segundo, con peligro que puso en un brete a Fernando Robleño, quien tras el autoquite no se vino abajo y siguió intentándolo con mucho mérito por parte del torero de San Fernando de Henares. Por ello el público le obsequió con una ovación con saludos y respetó con silencio en el quinto.

Rafaelillo no tuvo su tarde, ni un lote con el que poder lucirse.

Rebañón el primero y con peligro sordo el cuarto, los silencios recibidos son la respuesta respetuosa a su quehacer.

Tras escuchar silencio en el tercero, Luis Bolivar puso de manifiesto en el sexto que todavía cuenta. El colombaino aguantó las coladas por el izquierdo en una faena meritoria concluída con una entera sincera y entregada. Ovación con saludos.

CARTEL PARA ESTA TARDE

Para esta tarde, corrida de la Benefiencia con toros de Alcurrucén para Antonio Ferrera, Miguel Angel Perera y Ginés Marín.

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