En el programa 29 de 'Toc Toc, ¿se puede?' aterrizamos en la zona suroeste de Madrid con nuestra reportera Sara Poza. La casa del anfitrión, Daniel, está construida en un plano inclinado. Con pocas paredes, nada más entrar encontramos un único espacio inmensamente amplio que con un golpe de vista alcanzamos a verlo todo. Al ser un salón-comedor-cocina, intentamos conocerlo por partes. Empezamos por el salón, iluminado muy bien porque toda la casa es acristalada, y es de agradecer porque Daniel vivía antes en un bajo con apenas luz natura.
Los lofts son espacios abiertos sin paredes, pasillos ni puertas que definan las áreas de la vivienda. La alfombra es inmensa, pero es gracias al ingenio de nuestro anfitrión de comprar 4 para juntarlas y que definan el salón. El próximo paso será instalar una chimenea. Daniel vive con Carlos y su perra Paris, y los tres están encantados de tener tanto espacio, aunque no solo es amplia la casa, es muy alta. Cuenta con 8 metros de altura, por lo que ambos tienen que limpiar los cristales con un andamio.
Un salón-comedor-cocina con 8 metros de altura
Llegamos al segundo espacio, la cocina, diseñada con un estilo americano. La campana es algo especial: no tiene salida de aire. ¿Cómo funciona? Aspira el aire y lo depuran gracias a un filtro de carbono activo que lo purifica. Una pasada. Otro detalle, las paredes son de un papel que puede ser pintado por niños, o no tan niños.
En la esquina encontramos el despacho con dos focos de cine para que por la noche quede muy bien iluminada la casa. La mesa del comedor está hecha en dos de madera maciza. Puede tener una durabilidad de por vida con el tratamiento adecuado, y más esta porque Daniel la usa mucho cuando invita a amigos y familia a su casa. Las cortinas que cubren los cristales las hicieron ellos mismos con velcro para quitarlas y ponerlas cuando quisieran.
El baño es la habitación más pequeña. Con techo de cristal queda igual de iluminado que el resto de la casa. ¿Dónde está la ducha? Está siendo reformada en la planta de arriba. Tantos metros cuadrados y solo cuenta con una sola habitación, de 100 metros cuadrados, claro está. Esta cuenta con un minisalon. Atravesándola llegamos al rincón favorito de Daniel, su vestidor, que está ordenado como una tienda, inspirado en su trabajo del pasado: una zapatería.
Para terminar llegamos a la zona del jardín. Daniel nos cuenta que la fachada es ventilada y hecha de prodema con fibras prensadas. Desde principios del siglo XX es conocido por su durabilidad y versatilidad. Subimos el jardín inclinado para que fuera en concordancia de la casa. Preparamos la piscina para darnos un baño en esta increíble casa de lujo.
