Un piso con 15 balcones y 30 metros de pasillo en el centro de Madrid

  • Un piso reformado a lo moderno de 300 metros cuadrados que ocupa 3 fachadas del edificio
Foto: REDACCIÓN |Vídeo: Telemadrid

En el programa 29 de 'Toc Toc, ¿se puede?' visitamos un castizo piso entre la Puerta del Sol y el Palacio Real con nuestro reportero Pablo Dorado. Una vivienda en un edificio centenario que ha sido reformada a lo moderno. ¡Cuenta nada menos que con 15 balcones! El piso alberga varias obras de arte y objetos de diseño: una impresionante escultura de una pantera negra en el recibidor, una gran televisión basculante, estancias contiguas que pueden abrirse y cerrarse en función de su uso y un pasillo… de 30 metros de largo.

Pilar, la propietaria de este impresionante hogar, considera que la pantera es perfecta para marcar una pieza con personalidad para quienes entran en la casa. La pantera es grácil, elegante, moderna… Proviene de Japón y se puede personalizar eligiendo el color y el collar. La casa, en general, está decorada con varias piezas recuperadas. Hasta el suelo del comedor es una baldosa catalana recuperada. Ella es abogada en el sector audiovisual y tecnológico, pero siempre le ha encantado viajar, llegando a conocer hasta 101 países.

Diseñada para ver el principio y el final de la casa de un vistazo

Este edificio en pleno centro de Madrid fue construido en el año 1884, de la mano de un arquitecto con renombre. Pilar y su marido la reformaron en la casa de sus sueños. Está diseñada para que se pueda ver el principio y el final de toda la casa a través del pasillo sin que nada interrumpa la visión. Se puede fragmentar compartimentar con puertas correderas, creando un espacio de privacidad cuando se desee. Sus 15 balcones otorgan mucha amplitud y luz natural a la casa, que en realidad son tres fachadas que van haciendo una especie de U.

La reforma total del piso de 300 metros cuadrados tomó aproximadamente 2 años. La chimenea de leña es uno de los elementos que se conservaron después de la reforma. El piso cuenta con 2 salones, 2 dormitorios y 3 baños, además de una biblioteca y un despacho de trabajo. La vida diaria se hace en el salón, donde su marido disfruta de una televisión que se puede bascular para verla desde distintos puntos.

A medida que conocemos más la casa, más influencia de otros países observamos en su diseño. Encontramos un panel de Piero Fornasetti, un artista italiano que destacó en pintura y en el diseño de interiores, representa el tiempo que Pilar vivió en Italia, un año en Roma y otro en Florencia. Su espacio preferido es la biblioteca porque reúne dos de sus grandes pasiones, viajar (decorado con globos terráqueos y lleno de libros de guía) y leer. Se puede tabicar los espacios con correderas, la cierras. 30 metros de pasillos 15 balcones, 3 fachadas.

De la biblioteca saltamos al baño decorado con un busto de la República Democrática Alemana (RDA) que es usado para exponer sus joyas. En un solo vistazo saltamos de Europa a Asia contemplando a un guerrero de la dinastía Han. Este guerrero corresponde concretamente al período entre el 106-140 a. C. La puerta del baño cuenta con un ojo de buey para que cuando estés en la ducha puedas avisar las cúpulas de Madrid.

Casi para terminar llegamos a su dormitorio. Las paredes representan a través de un mural de papel sus viajes por el continente africano, con tintes de selva y representando a la figura del hombre y la mujer. ¿Lo más curioso? La cama se encuentra suspendida en el aire. El modelo es italiano y se lo conoce como flutua, que cuenta con una sobreprotección y un tabique especial. Pasando de largo al otro extremo de la casa encontramos “su salón”, donde cuelga una pieza con alma: su diseño de la estación de Atocha.

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