Los colegios de diferentes municipios de Madrid han pasado de ser lugares para la enseñanza a ser centros para mayores donde estos pueden disfrutar de actividades de ocio.
En Fuenlabrada, la población mayor de 75 años se ha triplicado. Esto ha provocado que diferentes edificios públicos ya no sean necesarios para los fines originales y se hayan adaptado para los mayores.
Uno de estos ejemplos es el Centro de Mayores Ferrer i Guardia, un colegio de 1972 donde, actualmente, dispone de peluquería en un aula o podólogo en otro.