Sergio y Jesús, los dos bomberos fallecidos, tenían 38 y 34 años. Uno estaba a punto de ser padre. Sergio se percató al salir que su compañero se había quedado dentro. Volvió a entrar con la misma botella de oxigeno con la que ya llevaba mucho tiempo dentro. Los dos murieron. Los bomberos se ayudan entre ellos todo lo posible, y a los ciudadanos a los que sirven. Ayuda hasta el final.