En Lozoyuela, una promoción de viviendas permanece okupada. Su propietario, Rogelio -pese a ser increpado y recibir pintadas con su nombre en el pueblo por parte de estas personas- ha conseguido desokupar una casa en la que cerca de 20 personas que se dedicaban a una especie de escuela de okupas.
Tenían manuales para enseñar a okupar otras casas y técnicas para que no les echen. Era como un centro cultural en el que supuestamente planificaban para toda España.
Sus cuatro mandamientos eran los siguientes: No te identifiques, no entres ni salgas solo, da la alerta y graba, que no es delito. Sus moradores insistían en que tenían derecho a una casa gratuita y que esa vivienda llevaba diez años abandonada tras pasar a ser propiedad de un banco.
El equipo de Telemadrid ha sido amenazado por los okupas, incluso con perros. Los vecinos están atemorizados y evitan hacer declaraciones.
Lo primero que les enseñan es que tienen que declararse vulnerables: así sacarles es mucho más complicado.
Esta misma semana se vota en el Congreso un real decreto que impide echar de viviendas okupadas a personas vulnerables.