La Policía británica investiga como delito de terrorismo vinculado al extremismo islamista el asesinato del diputado conservador Martin Amess, apuñalado por un ciudadano británico de ascendencia somalí mientras atendía a electores en una iglesia en el este de Inglaterra.
La pasada madrugada, la Policía Metropolitana de Londres emitía un comunicado en el que el asesinato era declarado como un incidente terrorista. “La investigación inicial, dice el comisionado Dean Haydon, ha revelado una posible motivación vinculada al extremismo islamista”.
Apuñalado en la iglesia
Amess, de 69 años, moría tras ser apuñalado varias veces en la iglesia metodista de Belfairs. Su agresor, un británico de ascendencia somalí de 25 años, fue detenido en el mismo lugar de los hechos. Las autoridades creen que actuó solo.
Todos los partidos han expresado su consternación ante el crimen. “Amess, dice el premier Boris Johnson, era una de las personas más amables y bondadosas de la política.” El líder del partido laborista, Keir Starmer ha expresado su horror y consternación por la noticia.
Sus electores están impactados. “No todos estaban de acuerdo con sus ideas políticas, dice Del Thomas, pero todo el mundo le respetaba.”
Diputado desde 1983, Amess estaba integrado en el ala derecha del partido conservador y era un veterano euroescéptico. Las banderas en Reino Unido permanecen a media asta y las vigilas se suceden en las iglesias.
El caso de Amess recuerda poderosamente al de la diputada laborista Jo Cox, asesinada en 2016, una semana antes del referéndum sobre el brexit. Su atacante, Thomas Mair, vinculado a la extrema derecha, fue condenado a cadena perpetua.
