Protestas, gritos y tensión en Cangas de Morrazo (Pontevedra) por la subida de la tasa de basuras. La alcaldesa socialista tuvo que salir escoltada del Ayuntamiento ante la indignación de vecinos y comerciantes del municipio
La tensión se desataba en Cangas de Morrazo la noche de este miércoles tras la aprobación de la nueva tasa de basuras, que supone un incremento de hasta el 85%. Lo que comenzó como una concentración pacífica frente al Ayuntamiento terminó con incidentes y con la alcaldesa, Araceli Gestido, escoltada por la Guardia Civil después de permanecer más de cuatro horas en el interior del edificio junto a los ediles del BNG y del PSdeG.
Más de dos mil vecinos salieron a la calle para mostrar su rechazo a la medida, que afectará especialmente a pequeños comercios y hostelería.
Un restaurante pasará de pagar 371 a 2.072 euros; una cafetería, de 321 a 1.228; y una tienda, de 1.070 a 1.724.
El Partido Popular denuncia el “sablazo” que supone para hogares y negocios, mientras la alcaldesa defiende la subida como necesaria, aunque reconoce que habrá que buscar fórmulas que mitiguen su impacto.
A medida que avanzaba la tarde, aumentaba la tensión: se volcaron contenedores, se lanzaron objetos y hubo enfrentamientos con la Policía.
Varias personas han sido identificadas por desórdenes públicos y un hombre está siendo investigado por agresión.
Cangas intenta ahora recuperar la calma mientras el conflicto sigue sin resolverse.