El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha asegurado este martes que la Unión Europea va a centrar sus esfuerzos ahora en asegurarse la correcta aplicación de las nuevas sanciones acordadas el lunes y que incluyen el embargo gradual de todo el petróleo ruso importado por vía marítima, antes de pensar en otra ronda de medidas contra el régimen de Vladimir Putin por su invasión de Ucrania.
"Nos concentramos en la puesta en marcha del sexto paquete de sanciones. Ello no impide que un miembro u otro del Consejo Europeo pueda tener opiniones sobre sanciones adicionales, pero estamos concentrados en la puesta en marcha del sexto paquete", ha dicho Michel en una rueda de prensa en Bruselas al término de dos días de cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.
Los textos legales que detallan el contenido de las últimas sanciones avaladas por los líderes "están en curso de redacción", lo que permitirá su adopción formal por los Veintisiete en horas, probablemente este miércoles o jueves, según los cálculos de Michel.
Se trata de la prohibición de importar petróleo ruso por vía marítima que se irá aplicando progresivamente hasta ser total a final de año, con el objetivo de cubrir al menos dos tercios del total del crudo comprado a Moscú.
El plan no afectará al oleoducto que nutre a varios países de la UE con el objetivo de permitir a Hungría que siga abasteciéndose por esta vía del crudo ruso de manera indefinida, para darle tiempo a contar con infraestructuras que permitan suministros alternativos.
Alemania y Polonia, que también reciben combustible de Rusia por este tubo se han comprometido en sendas declaraciones políticas a cortar también estas compras a final de año a más tardar, de modo que la UE confía en que en la práctica el afecto alcance a más del 90 por ciento del petróleo ruso que lleva al mercado comunitario.
Algunos socios han apelado a seguir avanzando en las sanciones para golpear también al sector estratégico del gas ruso, como reclama la propia Ucrania, pero Michel se ha mostrado así cauto, al igual que otros líderes que en los márgenes de la cumbre han considerado prematuro ese debate y defendido el enfoque gradual con el que la UE adopta medidas en función del avance de la guerra.
Por ejemplo, el primer ministro belga, Alexander De Croo, ha pedido "una pausa" y poner primero en práctica el paquete de sanciones que acordaron los líderes europeos este lunes. "El impacto de un veto al crudo es mucho mayor para Rusia y el embargo al gas también es más difícil (para Europa)", ha afirmado en declaraciones a la prensa.
Por su lado, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido que el país ya trabaja para cortar la dependencia de gas ruso y está adaptando sus estructuras y equipamiento para cortar los lazos energéticos con Moscú.
"Con algunas de estas inversiones iremos muy rápido y esperamos que estén acabadas para finales de año", ha señalado en rueda de prensa tras la cumbre, en línea con la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, que considera que la UE ya está esforzándose en reducir la dependencia del gas con otro tipo de iniciativas.
Scholz ha reconocido que la transición energética llevará tiempo y será costosa, por lo que no ve realista pensar que todos los Estados miembros la aborden "a la misma velocidad", asegurando que los países vecinos de Alemania se beneficiarán de la adaptación del sistema al estar conectados al gas alemán.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, por su parte, ha defendido el momento "histórico" que supone que los Veintisiete acuerden un embargo parcial sobre el petróleo ruso cuando hace unos meses algunos de los socios se resistían a hablar de ello.Sobre posibles sanciones al gas, Macron ha eludido la respuesta directa pero ha considerado que aunque no hay que "excluir nada en las semanas que vienen", el paquete adoptado ahora es "muy fuerte".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su vez, ha pedido "no adelantar debates" para evitar que un paquete de sanciones con la importancia del recién avalado se "dé por amortizado" antes de su aplicación. "Lo importante es que los debates se mantengan en una escala política, de fijar cuáles son las prioridades y las áreas donde se puede dañar a la oligarquía de Putin y al propio Putin y, a partir de ahí, que desde el punto de vista técnico se nos planteen las propuestas", ha argumentado Sánchez.
Además de las medidas contra el petróleo, el sexto paquete incluye otras sanciones como la inclusión de nuevos nombres en la lista de personas y entidades cuyos activos en la UE serán congelados y la desconexión del principal banco ruso, Sberbank, y otras dos entidades del sistema de comunicación financiera Swift. También se cortará la emisión de varios medios estatales rusos.