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Para algunos fue un auténtico mazazo, un shock, ver los coches fúnebres entrando y saliendo del Palacio de Hielo trasladando cadáveres de fallecidos por el coronavirus. Los vecinos del barrio de Hortaleza dicen que jamás olvidarán esas imágenes.

Es el caso de Isabel, que regenta un kiosco en las cercanías del Palacio, o de las vecinas que pasean a sus perros en el día en que el palacio de Hielo deja de ser una morgue: “Apenas días antes estaba yo ahí en el cine, ahora me va a costar volver”.

No han estado solos

Cuando fue adaptado el reciento como morgue los servicios funerarios madrileños no daban abasto y la única solución fue trasladar los féretros a estas instalaciones de ocio que ahora recuperan la normalidad. Otro vecino cree que “va a dar repelús a la gente que vaya a patinar”.

Vicente Esplugues, vicario de la parroquia de Nuestra Señora de las Américas, pone el acento en que aunque las familias no pudieron acompañar a sus muertos, gracias a este recinto “nunca estuvieron solos”, algo que también subraya el comandante de la UME, José María Martín. Un recinto donde las flores elaboradas por ciudadanos anónimos también pretendían dar ese último adiós más humano.

Ahora el cierre de la morgue permite mirar el futuro con algo más de esperanza, según refiere Carlos Novillo, director de la Agencia de Seguridad y Emergencias de la Comunidad de Madrid 112

Los vecinos creen que el cierre de la morgue “es un alivio” y esperan “que recupere su encanto”. Aunque saben que esto va a marcar para siempre a los vecinos del barrio de Hortaleza.

Emotivo homenaje

Un acto solemne en la pista de hielo ha servido para rendir homenaje a los fallecidos en la clausura de la primera gran morgue abierta cuando la crisis del coronavirus estalló en Madrid. Un acto institucional con la presencia de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida y de la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Ha sido el primer gran homenaje a las víctimas del covid 19, víctimas a las que se suman este miércoles desgraciadamente 435 personas más en España, tras producirse un repunte, 117 en Madrid. Los nuevos contagios superan los 4.000 y las altas siguen subiendo. En los hospitales madrileños hay la mitad de ingresados que en el pico, en el momento más alto.

Queda sólo una morgue abierta

El descenso de la mortalidad ha llevado al cierre de la morgue provisional que se abrió en el Palacio de Hielo, la más grande de las tres que se han habilitado en esta pandemia. Cierra tras acoger a 1.146 fallecidos, un centro de ocio convertido en símbolo de la mayor tragedia sanitaria que ha sufrido Madrid.

Con el desmantelamiento de esta instalación sólo queda abierta la morgue instalada en el edificio de Medicina Legal de Valdebebas.