Las autoridades sanitarias advierten que hay que evitar una cuarta ola, porque la presión hospitalaria no ha bajado como tras las olas anteriores. Además, los tiempos que los pacientes permanecen ingresados en las UCIS se han alargado en las últimas semanas.
La mayoría de los pacientes ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos tienen entre 60 y 75 años. Ni muy mayor ni muy joven y no necesariamente con patologías previas. Habitualmente el enfermo de covid es trasladado a la UCI cuando necesita un respirador y su estancia en esta unidad se alarga. Esto hace que la presión asistencial no baje aunque se reduzcan los contagios.
El temor expresado por los médicos es que se relajen las medidas preventivas y las restricciones con la llegada de la Semana Santa por lo que las próximas semanas serán cruciales, a la espera de que la campaña de vacunación, con la llegada de más vacunas como la de Johnson & Johnson, coja velocidad de crucero.
La vacuna es por tanto la ansiada solución que ven los médicos para vaciar las UCI. Cuando la población mayor de 60 años esté vacuna será cuando realmente comiencen a volver a la normalidad los hospitales. Por ello urge que la vacunación coja ritmo.
