El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presidido en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) la toma de posesión de 101 nuevos técnicos de emergencias sanitarias (TATS) que se incorporan a SAMUR-Protección Civil, un servicio que, ha dicho, “simboliza el compromiso de Madrid con la protección de la vida”.
Almeida, acompañado por la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, y por el concejal de Latina, Alberto González, ha subrayado este miércoles que ingresar en SAMUR-PC “exige una altísima cualificación y una enorme responsabilidad”, y ha recordado que el servicio cuenta con una valoración ciudadana de 9,5 sobre 10.
“Todos los madrileños saben que hay unos ángeles de la guarda vestidos de amarillo que siempre estarán ahí cuando se les necesite”, ha afirmado.
Asimismo, el alcalde ha querido reconocer además el esfuerzo de los nuevos funcionarios y el apoyo de sus familias: “Los que hemos pasado por una oposición sabemos que sin ellas hubiera sido imposible”.
De los 101 nuevos TATS, 95 se incorporarán a las unidades asistenciales del Departamento de Operaciones, cinco reforzarán la Central de Comunicaciones y uno la Unidad de Infraestructuras.
La técnico con mejor nota de la promoción, Azahara Pérez Rojano, ha intervenido en el acto para destacar el “camino duro” hasta llegar a este punto y ha recordado a “los compañeros que se quedaron atrás”.
Almeida ha defendido el compromiso municipal con el servicio, asegurando que desde 2019 se ha incrementado su presupuesto un 61 %, se han construido diez nuevas bases y la plantilla ha crecido un 27 %, hasta los 910 profesionales actuales.
El año pasado SAMUR-Protección Civil realizó 164.000 intervenciones, es decir, unas 450 al día, con un tiempo medio de respuesta de 9 minutos y 19 segundos y tiempos aún menores en paradas cardiorrespiratorias.
Según ha recordado Almeida, el Ayuntamiento mantiene abiertas oposiciones con 102 nuevas plazas para continuar ampliando la plantilla.
Concentración sindical en el exterior
Antes del comienzo de la celebración del acto, representantes de CSIF, CCOO y CITAM se han concentrado a las puertas del CIFSE para denunciar la falta de personal y las condiciones laborales que, aseguran, arrastra el servicio desde hace años.
Las organizaciones sindicales han afirmado que no buscan “boicotear” su toma de posesión, sino aprovechar un acto “altamente mediático” para reclamar soluciones.
A su juicio, “los políticos aprovechan estas fechas para presentar incorporaciones como aumentos de plantilla cuando, en realidad, se han perdido efectivos”.
Los sindicatos insisten en que su protesta “no va contra los nuevos compañeros, sino también por ellos”, y piden a la administración medidas que reduzcan la carga de trabajo y corrijan las desigualdades salariales.