El bono alemán a diez años volvía este miércoles al terreno positivo. No ocurría desde 2019. Hace más de dos años que la deuda alemana había dejado de dar rentabilidad a quienes la adquirían. Para los economistas es el primer síntoma de una subida de tipos de interés y del fin del dinero gratis.
Los expertos coinciden en que podemos estar viviendo el fin de una época.
Y lo que acaba de ocurrir, el regreso de la rentabilidad del bono alemán, el referente europeo, por primera vez desde 2019, es un síntoma claro, según los expertos.
También aprecian un crecimiento galopante de la inflación, cuando miran al otro lado del Atlántico.
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Muchos son los que ya descuentan una subida de los tipos de interés para hacer frente a la nuevo escenario inflacionista.
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Aunque desde el Banco Central Europeo, guardan sus cartas. La inflación "va a estabilizarse y bajar gradualmente" durante 2022, según la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, que prevé que ese movimiento descendente "va a continuar en 2023 y 2024". En una entrevista este jueves a la emisora France Inter, Lagarde reconoció que no puede avanzar una previsión de inflación para este año, y se limitó a recordar que el 16 de diciembre el BCE dio una estimación del 3,2%.
Recordó que la inflación actual está generada en alrededor del 50% por el encarecimiento de la energía y la otra mitad por los "embotellamientos" que se han generado con la fuerte recuperación económica en la producción, en los puertos o más generalmente en el transporte. "Creemos que esos dos fenómenos van a estabilizarse poco a poco y a bajar", aunque -admitió- "menos de lo que todos los economistas habíamos anticipado".
