El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha admitido este miércoles en el Congreso de los Diputados que el contrato de balas para la Guardia Civil con una empresa de Israel "generó un problema" debido a "desajustes y errores puntuales" en su licitación, y que ha asumido en primera persona.
Dicho esto, ha puesto el foco en que el Gobierno de forma coordinada halló la "solución" para iniciar el proceso de rescisión del contrato, tras las quejas de Sumar y otros socios parlamentarios, algo que criticado PP y Vox porque implica "castigar a la Guardia Civil" al dejarle sin munición necesaria.
El ministro, por su parte, ha garantizado que no habrá desabastecimiento de balas en las Fuerzas de Seguridad.
En su comparecencia ante el Pleno de la Cámara Baja, Marlaska ha recordado el procedimiento seguido en la contratación, "cumpliendo escrupulosamente el procedimiento legal", para adquirir 15 millones de balas por un valor estimado de 6,8 millones y que fue adjudicado a la empresa israelí IMI Systems LTD, representada en España por la empresa Guardian Homeland Security S.A.
"Soy consciente de que este contrato ha generado un problema. Pero también de que, al margen de desajustes o errores puntuales, hemos sabido resolverlo con la implicación del conjunto del Gobierno, de una manera coordinada y eficaz", ha expuesto Marlaska, reiterando el "compromiso firme de no contratar armamento con empresas israelíes". "Les garantizo que así lo vamos a respetar", ha enfatizado.