Se eleva a 16 el número de muertos en Lisboa al romperse el cable de tracción del funicular de Gloria, el más popular de la capital portuguesa.
El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, rebajó este jueves a 16 el número de muertos en el accidente de ayer, miércoles, en el funicular de Gloria, en el centro de Lisboa, en una declaración junto al alcalde de la ciudad, Carlos Moedas.
Montenegro agregó que, según los últimos datos del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, hay cinco heridos graves. No ofreció detalles sobre el total de lesionados, que anteriormente la Protección Civil señaló que son 23, de varias nacionalidades, dos de ellos españoles que ya han sido dados de alta.
Las primeras hipótesis sobre las causas apuntan a que el cable que unía sus dos vagones se rompió y el contrapeso falló, haciendo que la cabina que estaba en la parte alta de la cuesta se precipitara a gran velocidad y descarrilara tras una curva.
Así lo explicó a EFE el presidente de la Orden de los Ingenieros de Portugal, Fernando de Almeida Santos, quien especificó que el cable se partió, soltando ambos vagones y provocando que el que estaba abajo se desplazara unos metros y el de arriba comenzara a descender "descontrolado".
Santos agregó que "ahora mismo es muy difícil saber las causas", porque "hay un mantenimiento eficaz y permanente de todo el equipo" y "normalmente se puede ver la tensión del cable cuando hay desgaste y fatiga".
"Esta es una de las mayores tragedias humanas de nuestra historia reciente", lamentó el jefe del Gobierno, quien destacó la rápida respuesta de los bomberos y la Policía, que llegaron al lugar del accidente escasos minutos después de que se produjera.
Esta rápida reacción, agregó, "permitió salvar vidas y evitar que la tragedia tuviera incluso proporciones mayores y más devastadoras".
El primer ministro afirmó que el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses trabaja de forma "intensiva" para concluir las autopsias de los fallecidos y garantizar una entrega rápida de los restos a sus familiares.
En ese sentido, están en contacto tanto con los parientes de las víctimas de nacionalidad portuguesa así como de los extranjeros, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores.
De momento, las autoridades lusas no han anunciado las nacionalidades de los muertos, pero sí de los heridos entre los que hay personas de nacionalidad española, portuguesa, alemana, surcoreana, suiza, francesa, canadiense, caboverdiana, italiana y marroquí.
"También quiero transmitirles que el Instituto de Registro y Notariado va a poner a disposición un equipo en Lisboa para poder acelerar los registros de defunción y garantizar una atención prioritaria", detalló Montenegro.
Por su parte, la aerolínea nacional TAP va a apoyar en el transporte dentro y fuera de Portugal de los familiares de los muertos y heridos para facilitar la repatriación. "Este trágico accidente que afectó a nuestro país traspasa fronteras y es un dolor que no tiene nacionalidad", lamentó el jefe del Ejecutivo luso. Más adelante, subrayó, se darán todos los detalles de las investigaciones que se llevan a cabo sobre las causas del accidente.
Montenegro no quiso terminar su intervención en su residencia oficial, en el palacio de São Bento, sin un llamamiento para que esta tragedia no sea usada para "alimentar divisiones o maniobras de aprovechamiento político". "Vamos a dirimir todas las responsabilidades con respeto por todos aquellos que sufrieron y sufren los efectos de este accidente", zanjó.
El alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, exigió este jueves una investigación externa e independiente a Carris, la empresa de transporte urbano de la ciudad, para averiguar las causas del accidente.
Previamente, los servicios municipales habían informado que el funicular había pasado todas las revisiones técnicas especificadas, la última de ellas en 2022.
El Ascensor de Gloria (Elevador da Glória) descarriló sobre las 18.00 hora local (17.00 hora GMT) del miércoles, causando 16 muertos y 23 heridos, uno de ellos un menor de tres años.
Fundado en 1885, el Ascensor de Gloria conecta la Plaza de los Restauradores con el Bairro Alto y el mirador de São Pedro de Alcântara, uno de los más visitados de la capital portuguesa.