El calor afecta y mucho a las crías de ave que caen de los nidos por deshidratación. La fauna silvestre se resiente con las altas temperaturas y en hospitales especializados en especies autóctonas se intenta recuperar a estos polluelos y a otros animales abandonados a su suerte en época estival.
Vencejos, gorriones y otras especies mayores como buitres o águilas suelen ser algunas de las afectadas. Los pollos con pocos días de vida saltan al vacío buscando refrescarse o inician sus primeros vuelos a veces con poca fortuna.
Agentes municipales, forestales o personas particulares hallan estos animales y los trasladan a centros veterinarios especializados, como el de Grefa en Majadahonda.
No solo aves. También mamíferos. Casos como el de algún ungulado, con dos días de vida y 900 gramos de peso. Un pequeño corzo recuperado tras desaparecer la madre. Ahora ya pesa 3 kilos y va ganando cuerpo gracias a la leche de cabra.