La sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados ha vuelto a estar marcada por las acusaciones de corrupción. El Gobierno ha tratado de de contraatacar la insistente ofensiva de la oposición con los buenos datos económicos de España, el blindaje del derecho al aborto y el apoyo a los inmigrantes.
Sánchez y los ministros han ido desgranando estos argumentos en sus sucesivas respuestas a los diputados de los grupos en el pleno de la Cámara Baja, mientras la oposición se ha agarrado a la posibilidad de que el exministro socialista José Luis Ábalos acabara en prisión preventiva tras declarar ante el Tribunal Supremo.
Con el líder de Vox, el debate ha sido más personal aún, sustentado en reproches mutuos: Sánchez ha recriminado a Santiago Abascal que faltara de la tribuna de autoridades en el desfile de la Fiesta Nacional y él le ha acusado de no poder salir a la calle y de dejar "abandonado" al rey en Paiporta, al tiempo que el decía: "la única duda es si es usted el autor material o el autor intelectual de los delitos por los que se juzga a su hermano".
Para el presidente, es el "miedo" lo que sostiene el discurso de Vox y ha concluido que coincide con el PP: "Distintas siglas, pero el mismo proyecto reaccionario".
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ha escogido la vivienda -el "drama", ha enfatizado- como banderín para su pregunta al presidente, en particular la especulación que según él está detrás de la subida de precios y que exige intervenir el mercado inmobiliario. Sánchez ha coincidido con él en que se trata de un drama y ha derivado buena parte de la responsabilidad, al margen de las "herramientas" que asegura ya ha activado el Gobierno, a las comunidades autónomas del PP, que tienen las competencias y rechazan cumplir la ley por "dogmatismo ideológico".
Con la portavoz del grupo popular, Ester Muñoz, que ha pronosticado un "gran futuro" para España sin "el sanchismo ni su corrupción", la vicepresidenta primera, María Jesús Montero ha polemizado al reprobar que describa una realidad "en blanco y negro" que no se corresponde con la realidad y ha recurrido también al catálogo de polémicas favoritas, como la del aborto, para enfatizar: "Quiero un país de mujeres libres".
El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, quien ha instado al secretario general del PP, Miguel Tellado, a abandonar el estilo "ultramontano, ultradifamador y ultraderechista", después de que este le preguntase, tirando de ironía, si cantaron a Ábalos el "porque es un muchacho excelente" en la fiesta de su 60 cumpleaños donde ha asegurado que estaban desde Sánchez hasta el propio ministro de Justicia.