El Juzgado de lo Social número 22 de Madrid ha condenado a una empresa constructora por discriminar salarialmente a una de sus trabajadoras que percibía un 35 por ciento menos de sueldo que uno de sus compañeros con el mismo puesto y las mismas responsabilidad.
Se trata de una sentencia pionera en lo que se denomina brecha salarial de género entre hombres y mujeres y en la que ha sido determinante la obligación de mantener un registro salarial en las empresas.
En Madrid Trabaja hemos hablado con María José María Cominero, la trabajadora afectada por esta situación y con Fe Quiñones, abogada de Javaloyes Legal, que se ha encargado de su defensa.
María Cominero, que desarrolla su labor como ingeniera de caminos, ha reconocido que ha sido un trayecto complicado porque nunca es fácil denunciar a tu propia empresa. De hecho, la trabajadora ha tenido que pedir la baja por ansiedad durante todo este tiempo con lo que no ha percibido la repercusión que ha tenido la decisión judicial en su empresa y entre sus compañeros.
No obstante, la empresa ha recurrido esta sentencia, con lo que aún no es firme. De todas formas, Fe Quiñones espera que el Tribunal Superior de Justicia confirme esta decisión que obliga a la empresa a equiparar el salario de la denunciante al de sus compañeros y obliga a la empresa a pagar una indemnización de 13.000 euros en compensación por las cantidades no satisfechas durante todo este tiempo.
La abogada que interpuso la demanda judicial, ha explicado que ha sido determinante un informe de la Inspección de Trabajo en el que se informaba de la situación de la trabajadora en comparación con sus compañeros.
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