Cómo se gestó Dulce Safari, la empresa ganadora del Premio Madrid Emprende Joven Empresario de la AJE
Redacción
Hemos recibido en nuestro estudio de Ciudad de la Imagen al ganador del Premio Madrid Emprende Joven Empresario de la AJE Madrid. Se trata de Rafael Salinas, CEO y fundador de Dulce Safari.
Se trata de un proyecto que nació hace apenas tres años y que hoy suma más de diez locales y una identidad muy reconocible, tal y como nos ha explicado su fundador.
Salinas, que proviene del mundo del marketing digital en Londres, asegura que nunca imaginó convertirse en empresario. Buscaba un concepto de hostelería distinto y encontró la inspiración en un viaje a Tanzania.
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De ahí nació Dulce Safari: una marca donde cada detalle —producto, decoración, nombres de la carta— gira alrededor del mundo africano.
El proyecto comenzó en 2023 especializado casi en exclusiva en tartas de queso. Un mes después de abrir, ya eran finalistas a la mejor tarta de queso de Madrid.
El impulso inicial llevó a ampliar la propuesta hacia un modelo de cheesecake, coffee & bakery y brunch, incorporando productos como açaí, bollería artesanal o platos internacionales.
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Durante la conversación, Gloria y Miguel, colaboradores del programa, han destacado la coherencia de la marca y el impacto que ha tenido en la cultura gastronómica.
Salinas reconoce que el crecimiento ha sido rápido. Por eso han profesionalizado procesos, creado un obrador industrial en Córdoba y obtenido un registro sanitario que les permite distribuir en toda Europa.
Hoy Dulce Safari genera entre 40 y 42 empleos, combinando tiendas propias —como la de Madrid Río y Córdoba— con una red en expansión vía franquicias.
La demanda es alta y, según Salinas, hay más de 20 conversaciones abiertas para seguir creciendo dentro y fuera de España, y ahora están evaluando si afrontar una ronda de financiación, buscar inversión privada o continuar con crecimiento orgánico.
Salinas lo tiene claro: emprender es adaptarse, aprender y rodearse de buenos profesionales. Y, sobre todo, seguir luchando. Como él mismo dice, “un negocio estancado es un negocio muerto”. Dulce Safari, de momento, no deja de galopar.
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