Hace un mes las calles de Yunclillos, en Toledo, quedaban completamente anegadas de agua a consecuencia de la DANA, que arrasaba coches y mobiliario a su paso y dejaba sin servicio a sus vecinos. Treinta días después, un bloque del municipio sigue sin suministro eléctrico.
Sin lugar a dudas, todos sus vecinos están desesperados. "Yo tengo vitrocerámica, entonces hemos pedido prestada esta cocinita de gas con el butano y aquí es donde cocino", nos cuenta Amparo, una vecina de avanzada edad.
Pero el problema se agrava en otras casas del edificio, como es el caso de la hija pequeña de Alba. "La niña come a través de esta máquina que va enchufada a la luz. Llevamos un mes sin ella y su papá tiene que estar cargando las baterías en el coche. Tiene una cefalea y desde que nació no traga, por lo que come a través de la tripa por una bolsa".
Una problemática de la que todavía no han recibido una solución. De hecho, muchos de estos vecinos se han visto obligados a irse a vivir a las casas de familiares porque no pueden pasar los días en estas condiciones. Además, todavía los garajes y trasteros permanecen inundados y las calles embarradas.
"Hay dos tipos de electricistas, los de Unión Fenosa y el electricista que trae el administrador de la comunidad. Cada uno nos dice una cosa. Los de Unión Fenosa que prácticamente no hay avería y el de aquí que hay que quitarlo todo y hacer una instalación nueva, y hablamos de muchísimo dinero".