La explanada de la Plaza de Oriente se ha convertido este 16 de octubre en una enorme aula al aire libre donde más de 300 jóvenes han aprendido a salvar una vida.
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Parada Cardíaca, se ha organizado un 'flashmob' de reanimación cardiopulmonar (RCP) masiva para concienciar sobre la crucial importancia de actuar en los primeros minutos tras una parada.
"Cualquier persona, tenga la capacidad que tenga y tenga la edad que tenga, puede ayudar a salvar una vida. Estos chicos hoy son testigos de ello y, además, son el futuro. O sea, es maravilloso tenerles aquí aprendiendo", destaca una de las organizadoras del evento.
La actividad ha tenido un carácter simbólico y un profundo propósito formativo. "La RCP es fundamental para salvar vidas. Se calcula que cada minuto que pasa hay un 10% menor de supervivencia si no se realizan estas maniobras, que son sencillas", explica Carmen Camacho, subdirectora general de SAMUR-PC. "Es un día en el que el objetivo se pone en realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar porque al final eso aumenta la supervivencia".
Al finalizar la sesión, todos los participantes han recibido un diploma que acredita su formación. "Un diploma por lo bien que lo han hecho. Cuanto más conocimiento haya de esto, más vidas se pueden salvar en la calle", añaden.
Las cifras subrayan la urgencia de extender este conocimiento. En España se producen unas 24.000 paradas cardiorrespiratorias al año (350.000 en Europa). La RCP es el eslabón clave en la cadena de supervivencia, ya que puede triplicar las posibilidades de superar el episodio.
Sin embargo, se estima que solo el 30% de la población española sabe practicarla. Actuar en los primeros tres o cuatro minutos puede aumentar la supervivencia en un 50%, un gesto que, como han demostrado estos cientos de jóvenes, está al alcance de cualquiera.