El pasado mes de diciembre, se dio a conocer la denuncia de varios ciudadanos afectados por una presunta estafa por parte de la agencia Dakota Viajes, ubicada en Arganda del Rey.
A pesar de que inicialmente se esperaba que la situación se resolviera, el problema ha ido en aumento, con un número creciente de víctimas que reportan pérdidas económicas significativas.
Uno de los afectados, Manuel, ha estado visitando la agencia casi a diario, solo para encontrar las puertas cerradas. "Vuelvo, pero a reclamar lo mío. Me debe todavía una parte de un viaje que hice este fin de año a Benidorm y otro que tengo para Emiratos Árabes", nos cuenta.
"Me debe 4.000 euros. Quiero que mi mujer disfrute y no me permiten que mi mujer disfrute. Tiene un tumor cerebral", añade Manuel con lágrimas en los ojos. Su testimonio refleja el desespero y la impotencia que sienten quienes han confiado en esta agencia.
La falta de cumplimiento con el horario establecido por la agencia ha complicado aún más la comunicación entre los afectados y la empresa. Muchos han intentado contactarla a través de WhatsApp, donde reciben promesas de que la responsable estará disponible, pero estas rara vez se cumplen.
Fabiola, otra afectada, relata su experiencia: "Vine a comprar tres vuelos para mí, mi marido y mi hijo a La Habana. Me costó 2.600 euros y no pude volar porque cada vez que venía la mujer me decía que no tenía las claves. Así me tuvo engañándome durante dos semanas".
Además, otros clientes han señalado que, aunque el local siempre está cerrado, nunca tiene la persiana bajada debido a una pintura que dice "Aquí se roba", lo cual parece un intento de ocultar la situación real de los clientes afectados.
Ante esta serie de problemas, los damnificados están organizándose para alertar a otros posibles clientes sobre los riesgos de tratar con Dakota Viajes, con el objetivo de prevenir que más personas caigan en esta presunta estafa.
La situación continúa desarrollándose y los afectados esperan encontrar una solución a sus problemas financieros y recuperar, de esta manera, su dinero perdido.