La emotiva salida de la Virgen de la Paloma
- Madrileños y turistas viven con gran devoción su gran día
Como cada 15 de agosto, muchos madrileños y turistas han recibido con emoción la imagen de la Virgen de la Paloma, que ha salido a recorrer en procesión las calles de Madrid en su itinerario habitual.
Ha comenzado en la Iglesia de la Virgen de la Paloma y proseguido por las calles Isabel Tintero, Gran Vía de San Francisco, Puerta de Toledo, calle Toledo, Plaza de la Cebada, Puerta de Moros, Carrera de San Francisco, Calatrava y Paloma, para finalizar en la Iglesia de la Virgen de la Paloma.
Después de que un bombero, en esta ocasión Juan Carlos López López y de cuyo cuerpo también es patrona, ha tenido el honor de descolgar del retablo el cuadro y se ha celebrado la procesión por las calles del barrio de La Latina. Una vez finalizada y según marca la tradición, también han sido los bomberos los encargados de colocar el lienzo de nuevo en su altar.
La Virgen de la Paloma es una advocación mariana de Madrid. Sin ser la patrona oficial de la villa, tradicionalmente se la considera "patrona popular de los madrileños" y, sin lugar a dudas, goza de gran devoción.
Así ha sido la bajada del cuadro de la Virgen de la Paloma
Según un informe escrito en 1791 por el marqués de Casa García Postigo, alcalde de Madrid, el lienzo, que representa a Nuestra Señora de la Soledad, fue encontrado o regalado a unos niños para que jugaran con él en un solar contiguo a la calle de la Paloma.
Ahí vivía Isabel Tintero, quien tras ver la escena recuperó la imagen, la limpió, la enmarcó y colocó en el portal de su casa. La veneración que le profesaba se amplió con fervor a los vecinos del lugar, extendiéndose su culto rápidamente, llegando incluso la devoción a la Casa Real.
Al quedarse pequeño el portal para la cantidad de gente que acudía, Isabel Tintero decidió utilizar una habitación de su propia casa, pero aun así no fue suficiente y se iniciaron los trámites para levantar una pequeña capilla en un erial de la misma calle.
La capilla, dedicada a Nuestra Señora de la Soledad, se construyó en 1795 con el apoyo de la Casa Real. Si bien dedicada a Nuestra Señora de la Soledad, fue popularmente conocida como "de la Paloma" por estar situada en la calle de tal nombre. Más adelante, la capilla se quedó pequeña y en 1912 inauguraron el templo que existe actualmente dedicado a la virgen.
