Este Lunes Santo, las calles de la capital se han vestido de solemnidad y fervor religioso con la única cita procesional de la jornada: la esperada procesión del Cristo del Camino, organizada por la Cofradía del Cristo del Camino y María Madre de las Delicias.
La procesión, conocida popularmente como Siete Palabras, ha dado comienzo a las 20.00 horas desde la parroquia Nuestra Señora de Delicias, ubicada en Paseo de las Delicias, 61. Esta parroquia ha sido la sede canónica de la hermandad desde su aprobación en 1.999 por el entonces arzobispo de Madrid, el cardenal Antonio María Rouco Varela.
Actualmente, la Hermandad cuenta con unos 80 hermanos. La cuadrilla es mixta y está formada por miembros de distintas hermandades que, en comunión, portan al Santísimo Cristo del Camino a doble hombro.
El recorrido incluye el Paseo de las Delicias, las calles Cáceres y Batalla del Salado, realizando una estación de penitencia en el cuartel de la Guardia Civil a las 20.30 horas. Posteriormente, ha continuado su recorrido por Cáceres y regresando al punto de partida en la Parroquia Nuestra Señora de las Delicias.
El Cristo del Camino, una impresionante talla en madera policromada que llegó a la parroquia en los años 50 de manera anónima, es el protagonista indiscutible de esta jornada.
En el año 2022, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, fue galardonado con la Medalla de Honor de la Hermandad Penitencial del Santo Cristo del Camino y María Madre de las Delicias por su Hermano Mayor, Jorge Bermejo.
Asimismo, el año pasado, la Hermandad cumplía el 25 aniversario de su fundación, que lo celebraron con una procesión extraordinaria el 21 de septiembre.
El templo fue construido sobre terrenos cedidos por RENFE, e inaugurado el 19 de marzo de 1970 por el entonces arzobispo de Madrid, Casimiro Morcillo. Un templo muy vinculado a los ferroviarios. Por eso, en la ornamentación del templo destaca un Vía Crucis realizado sobre carriles de ferrocarril, lo que demuestra la vinculación existente con el mundo ferroviario.
Con un ambiente cargado de emoción y recogimiento, el Lunes Santo ha prometido ser una jornada inolvidable para todos los asistentes que se han unido a esta tradicional celebración.