Nos vamos de vacaciones y no tenemos a nadie quien nos riegue las plantas. Volvemos con la esperanza de que hayan sobrevivido la mayoría, pero están al límite: han perdido varias hojas y su color no tiene buena pinta.
¿Cuál es la mejor forma de volverles a la vida? En Viveverde, una tienda de jardinería de Aranjuez, nos dan los siguientes consejos si vemos que nuestras plantas están faltas de agua. Para saber si este es el problema, debemos comprobar lo siguiente:
- Pierde el brillo y sus hojas se ponen lánguidas y se agachan.
- El color se vuelve parduzco.
- Cuando está más afectada, las hojas tornan a un marrón constante.
Para salvarlas, estas son las recomendaciones que nos ofrecen de la jardinería:
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Sumergirlas en un cubo con agua hasta que dejen de salir burbujas.
- Durante al menos las siguientes dos semanas, pulverizar frecuentemente las hojas con agua (nunca las flores) para aumentar la humedad relativa. Esto favorecerá una recuperación rápida.
- Abonar la planta con abono líquido para que lo absorba más rápidamente. Habrá que repetirlo cada 15 o 20 días durante todo el año en plantas de interior. Para las de exterior, suspendiéndolo en los meses de noviembre a febrero.
- Echar aminoácidos que recuperaran la planta, incidiendo tanto en la raíz cómo en las hojas. Esto lo deberemos hacer cada 15 días durante 2 meses.
- Después, retiraremos las hojas secas de la planta.
- A partir de aquí, hay que mantener un riego uniforme, sin encharcar y dejando secar ligeramente la tierra entre riegos.
Si vemos que no está claro que la planta esté mal por falta de agua, porque los síntomas no se parezcan a los descritos, deberíamos acudir a un centro de jardinería para que un profesional nos confirme si hay un problema de hongos o insectos y poder tratar el problema a tiempo.
