Visitamos uno de los establecimientos míticos de la capital porque llevan 150 años endulzando con sus turrones a los madrileños y a todos los que nos visitan. Empezaron con los típicos, el de jijona y el de alicante, a los que fueron añadiendo sabores: el de yema, el de mazapán, de frutas... Y otros más recientes como el de coco o el de chocolate. Pero en este templo de los golosos no sólo encontramos turrón, también podemos comprar otros dulces típicos de Navidad como polvorones, frutas escarchadas, piñonadas, pastas... Eso sí, todos elaborados artesanalmente, con materias primas de primera calidad y sin aditivos ni conservantes.