Alapizarra: 24 años creando el lienzo de la educación en Getafe
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En el Polígono Industrial Los Olivos de Getafe, un taller ha estado fabricando desde hace 24 años el producto estrella para aulas y los restaurantes: las pizarras.
Bajo el nombre de 'Alapizarra', este taller ha logrado posicionarse como un referente en la producción de pizarras, ofreciendo una variedad que incluye modelos blancos, verdes y negros, adaptados tanto para la tiza como para el rotulador.
"Ahora mismo estamos a tope. Acaban los colegios y los centros educativos tienen que comenzar a prepararse de cara al curso que viene", comenta uno de los encargados del taller. Mientras que las pizarras negras suelen estar más enfocadas para el sector de la hostelería y el uso doméstico, las verdes siguen siendo las preferidas en el ámbito educativo.
Este aumento en la demanda es un testimonio del compromiso de Alapizarra con la calidad y la artesanía. "Comenzamos el proceso de fabricación desde cero y todo manualmente y artesanalmente", explica, destacando la dedicación que se pone en cada pizarra.
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A pesar del auge de las pizarras digitales en las aulas, Alapizarra se mantiene firme en su posición. "A día de hoy todavía las pizarras convencionales siguen siendo importantes en educación y son complementarias. A los profesores les gusta escribir con tiza", afirman con confianza.
Además de su fabricación tradicional, Alapizarra también ha incorporado tecnología moderna al proceso. Gracias a una máquina láser, ahora pueden ofrecer diseños personalizados en las pizarras. Para aquellos modelos destinados a la hostelería, el taller no solo fabrica la pizarra, sino que también instala un caballete y un marco, listos para que los negocios escriban su menú del día.
"La pizarra puede estar en cualquier sitio. Puede estar en una oficina, puede estar en un hogar, puede estar en un negocio. Al final no deja de ser un producto funcional, incluso también decorativo por qué no", subrayan, enfatizando su versatilidad.
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El nombre del taller tiene una historia entrañable: "Acuérdate de aquella frase tan temida que nadie quería escuchar en el colegio porque era salir 'a la pizarra'". Con esta anécdota, Alapizarra rinde homenaje a uno de los elementos más icónicos de la educación.
Con más de dos décadas de experiencia, Alapizarra demuestra que, aunque el tiempo pase y las tecnologías cambien, la esencia del aprendizaje y la creatividad siempre encontrará su lugar en una pizarra. ¡Larga vida a eso, a la pizarra!
