La lucha contra la soledad no deseada es una línea transversal que marca la política de envejecimiento activo del gobierno regional.
En España se calcula que afecta a un 13,4% de la población y es un problema que no solo afecta a las personas mayores, sino también a muchos jóvenes. Hay personas muy jóvenes que están muy solas, que se escudan en el uso de las redes sociales e internet, y se aíslan cada vez más.
Para la soledad en los mayores, la consejera Ana Dávila-Ponce de León Municio, ha puesto en marcha la instalación de 370.000 terminales de teleasistencia avanzada en los domicilios, “con detectores de humo, gas, caídas o recordatorios de medicación. Y haremos frente al desafío de la soledad con un seguimiento específico y personalizado”.
Más de 400 profesionales estarán monitorizando esos dispositivos de manera que puedan prestar una atención más precisa, anticipar situaciones de riesgo y adoptar las medidas preventivas o de apoyo más adecuadas, atender mejor las situaciones de soledad y responder de manera más rápida y segura.