Uno de los pilares de la medicina regenerativa es la ingeniería de tejidos, es decir, el desarrollo de órganos bioartificiales cultivados en el laboratorio para reemplazar aquellos que no funcionan o no existen.
“La fabricación de estos órganos utiliza por un lado andamiajes elaborados a partir de materiales poliméricos y por otro, células vivas para repoblar esa estructura. La primera generación de biomateriales se remonta a los años sesenta, aunque fue en los ochenta cuando se empezó a utilizar materiales bioabsorbibles”.
Así lo expresa en Fórmula Salud, la doctora Beatriz Bravo Molina, profesora, directora del Máster de Medicina Regenerativa y secretaria académica de la facultad de Medicina de la universidad CEU San Pablo.
En los últimos años, se han empezado a aplicar materiales que son además bioactivos, que generan estímulos a nivel celular y molecular.
Por otro lado, hay que destacar los avances conseguidos con las impresoras de tejidos, que han dado lugar a injertos de piel, cartílago, etc. con muy buenos resultados.